La asamblea de accionistas de Vicentin -en concurso preventivo desde febrero pasado- alumbró ayer un nuevo directorio (triunvirato) con la pretensión de emitir señales de confianza hacia los acreedores y el mercado en general. Además, aprobó el balance 2019, una pieza clave para el armado del rompecabezas que configura la debacle del gigante agroexportador. Aunque el guiño a la polémica rendición de cuentas promete subir el voltaje de la crisis que sacude a la cerealera.
Pasadas las 19, más de cien accionistas deliberaron en Avellaneda (General Obligado), en el garaje de la planta baja de la sede de Vicentin, para tratar la reciente renuncia del cuestionado directorio y constituir una cúpula de transición hasta que la empresa logre disipar los nubarrones de incertidumbre que la acechan.
La desvinculación de los once integrantes del directorio, encabezado por Máximo Padoán y Daniel Buyatti, entre otros, fue anunciada en septiembre, después de meses de idas y vueltas. Ese fue uno de los requisitos fijados por el Ejecutivo santafesino cuando, en agosto, propuso el rescate de la compañía a través de un fideicomiso mixto. Pero la alternativa a la expropiación impulsada por la Casa Rodada, diseñada por la administración de Omar Perotti, no logró abrirse camino.
La asamblea duró unos 45 minutos y, según pudo saber La Capital, no dejó conformes a todos los presentes, tanto por "el mal sonido" que acompañó la deliberación -que condujo el saliente Alberto Macua- como por algunas de las decisiones adoptadas. En ese sentido, el 8 por ciento de los accionistas rechazó la aprobación del balance 2019.
Escenario
Si bien la asamblea había sido programada de modo virtual, la Casa Gris advirtió que no estaban dadas las condiciones legales para concretarla en ese formato. Razón por la cual, y en sintonía con las medidas preventivas frente a la pandemia de Covid-19, la reunión tuvo lugar en el estacionamiento de la sede de Vicentin.
Algunos de los presentes no ocultaron su bronca y, una vez finalizada la asamblea, cobró fuerza la versión de varias impugnaciones en puerta por parte de accionistas y acreedores.
Los tres directivos que estarán al frente de la agroexportadora son: Omar Scarel (contador de Vicentin desde hace 30 años), Daniel Foschiatti (Servipack) y Estanislao Bougain (abogado). Por lo pronto, el triunvirato procurará refrescar la fachada de una empresa cercada por las dudas del mercado, en paralelo a la incertidumbre laboral que sigue generando su crítica situación.
La constitución del nuevo directorio coincide con el avance de los acreedores (en especial los internacionales), como también de las investigaciones judiciales abiertas en Estados Unidos y en Rosario por el default de la firma.
Paralelamente, la aprobación del balance 2019 a manos de la asamblea de accionistas motivará al Banco Nación (BNA), uno de los principales acreedores, a avanzar con una denuncia penal a Vicentin y sus directivos.
El principal banco estatal iniciará acciones legales contra la compañía y, de ese modo, se sumará a las presentaciones anunciadas por un grupo de entidades crediticias extranjeras acreedoras de Vicentin.