Con exportaciones impulsadas por la soja y el petróleo de Vaca Muerta, estos sectores serán esenciales para respaldar el plan económico del nuevo gobierno de Javier Milei.
De acuerdo con las estimaciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, en 2025 las exportaciones alcanzarían US$83.051 millones, mientras que las importaciones sumarían US$67.899 millones, lo que generaría un superávit comercial de US$15.152 millones. Dentro de estas cifras, el agro aportará más de US$30.000 millones y el sector energético contribuirá con un superávit comercial de US$7.600 millones.
El sector agroindustrial proyecta una liquidación de divisas de US$31.500 millones en 2025, superando en US$1.300 millones los valores de 2024, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Este crecimiento se explica por una mejora en las condiciones climáticas y el mantenimiento del esquema de dólar blend, que podría destinar US$6.300 millones de esas divisas a los dólares financieros.
Aunque los números aún están lejos de los récords de 2021-2022, el 2025 marca una tendencia de recuperación tras los efectos adversos de la sequía que afectaron al agro en años anteriores.
El sector energético también será clave para el superávit comercial. Según Economía & Energía, se espera que las exportaciones de petróleo y gas alcancen US$22.426 millones, impulsadas por una mayor producción en Vaca Muerta y la expansión de canales de exportación, como Otasa hacia Chile y las obras de Oldelval.
En paralelo, se prevé una disminución en las importaciones energéticas, con una reducción de US$500 millones en compras de Gas Natural Licuado (GNL) y menores envíos desde Bolivia. Estas mejoras llevarán el superávit comercial energético a US$7.600 millones, un salto importante respecto a los US$5.400 millones proyectados para 2024.
En un contexto donde se proyecta la salida del cepo cambiario y la renegociación de un programa con el FMI, el ingreso de divisas provenientes del agro y la energía brindará un respiro crucial al Banco Central. Estas divisas fortalecerán las reservas netas, proporcionando estabilidad en un año clave para la economía argentina.