Este lunes, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó su esperado informe de "Siembras Prospectivas 2025". El dato más relevante: los productores estadounidenses destinarán un 5% más de superficie al maíz que en 2024, alcanzando 95,3 millones de acres (equivalente a 38,56 millones de hectáreas). En contraposición, la soja y el trigo registrarían una baja interanual en el área sembrada.
La metodología del informe se basó en encuestas realizadas a principios de marzo y estima que la superficie total dedicada a maíz, soja y trigo será de 90,73 millones de hectáreas, levemente superior a los 90,55 millones del ciclo anterior.
Para el maíz, el USDA proyecta una siembra de 38,56 millones de hectáreas (95,3 millones de acres), superando ampliamente las expectativas del mercado. Esta cifra representa un incremento de casi 5 millones de acres respecto a 2024. La mayor rentabilidad relativa y los precios estables explican en parte la elección de los productores.
En cambio, la superficie destinada a soja se reduciría respecto del año pasado y también quedaría por debajo de lo que anticipaban los analistas. Lo mismo sucede con el trigo, que también registraría una caída interanual y por debajo del promedio estimado por el mercado.
El informe se completó con los datos trimestrales de existencias. Allí, el USDA reportó stocks de maíz en línea con lo esperado: 206,96 millones de toneladas (8.151 millones de bushels), pero las existencias de soja y trigo sorprendieron al alza.
Reacción del mercado: Para Naomi Blohm, analista de Total Farm Marketing, el informe "ya estaba descontado por el mercado", aunque destacó que la menor superficie de trigo podría motivar a los futuros de trigo de primavera de Minneapolis a "salir a comprar hectáreas en esta campaña".
Jeremy McCann, de Farmer's Keeper, señaló que el informe no generó el impacto esperado. "Los stocks estuvieron dentro de lo previsto, pero el área de maíz superó en casi 400.000 hectáreas las expectativas", explicó. También remarcó que los productores están priorizando cultivos con mejor rentabilidad proyectada.
Con los informes ya absorbidos por el mercado, la atención se centra ahora en los anuncios de tarifas comerciales y en el clima global, que comenzará a condicionar la evolución de los precios de cara a la siembra efectiva en EE.UU.