Ante la persistente falta de lluvias y la prolongada sequía que afecta a Uruguay, el gobierno ha decretado esta semana la emergencia hídrica en el área metropolitana de Montevideo, donde reside más de la mitad de la población del país.
En una conferencia de prensa, el presidente Luis Lacalle Pou explicó que la declaración del estado de emergencia permitirá agilizar las intervenciones de apoyo a la población, y anunció la implementación de infraestructura destinada a aumentar el suministro de agua en la capital.
El mandatario también aseguró que se mantendrá el suministro gratuito de agua para las poblaciones vulnerables, así como para hospitales, residencias de ancianos, guarderías y centros familiares, y las oficinas del Instituto de la Infancia y la Adolescencia (Inau). Además, la medida de entrega gratuita de dos litros de agua diarios se extenderá a aproximadamente 21.000 beneficiarios de los servicios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Lacalle Pou afirmó que "el suministro de agua en los grifos está asegurado", pero advirtió que se está monitoreando la calidad del agua. Aclaró que "no se cortará el suministro de agua, pero es posible que la calidad del agua empeore" en comparación con la actual.
En cuanto al agua embotellada, a partir de este viernes entró en vigencia una ley que exonera los impuestos a las botellas de agua con y sin gas en Montevideo y su zona metropolitana. La ley, que fue aprobada por unanimidad en el Senado y con apenas un voto en contra en Diputados, establece la exención del IVA para las aguas minerales y sodas, junto con un régimen de devolución en algunos casos.