Uruguay está atravesando una sequia histórica, la peor en 100 años, que obligó al gobierno a declarar dos emergencias en menos de un año, en un primer momento, una agropecuaria para paliar los efectos del déficit hídrico sobre el principal motor de la economía nacional y, hace unos pocos días, una hídrica que afecta, principalmente, a Montevideo y la zona metropolitana.
Sin embargo, incluso a finales de junio, las precipitaciones siguen siendo todavía muy escasas provocando que varias zonas del país tengan inconvenientes para el acceso de agua potable y que el agro no pueda recuperar los suelos apaleados durante el verano.
Emergencia agropecuaria
A finales de octubre del año pasado el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declaró una emergencia agropecuaria debido a un déficit hídrico crítico que venía afectando a los campos, el motor principal de la economía de Uruguay.
La sequía en Uruguay le provocó al agro una pérdida de más de 1.800 millones de dólares.
En este sentido, la afectación en los suelos ya se comienza a sentir en los números de las exportaciones de bienes del país, principalmente en el rubro de la carne vacuna y la soja.
Según informó Uruguay XXI, las exportaciones de bienes de Uruguay tuvieron un fuerte retroceso interanual en el mes de mayo, con una caída del 31% respecto al mismo mes del año pasado y llegando a un acumulado del 14% en lo que va del año.
Por otro lado, la sequia le provocó al agro una pérdida de 1.800 millones de dólares, convirtiéndose en el peor siniestro en la historia del Banco de Seguros del Estado que tendrá pagar, según el dato actualizado a marzo y que tendrá una nueva actualización en junio, 95 millones de dólares.
Emergencia hídrica
Desde marzo, Uruguay vive con el temor de quedarse sin agua potable por el déficit hídrico. Esto provocó que el gobierno tome medidas desesperadas frente a una situación que se agravó, principalmente en el área metropolitana y la intendencia de Montevideo.
A finales de abril, el directorio de la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE) había decidido aumentar los niveles de salinidad en el agua con el objetivo de hacer que las reservas, cada día más escazas, duren más tiempo. En ese sentido, a principios de mayo, el Ministerio de Salud Pública (MSP) autorizó un nuevo incremento en las medidas, que pasaron a 400 mg/L de sodio y 700 mg/L de cloruro en el agua.
Por otro lado, las reservas de Paso Severino, la principal cuenca que alimenta la zona metropolitana del país, se encuentran en el 4,4% del caudal normal. través de Comunicación Presidencial, la reserva de la represa de Paso Severino estaba en 2.887.394 metros cúbicos, cuando el caudal normal es de 65 millones de metros cúbicos. Esto provocaría, en caso de que no aparezcan las lluvias suficientes, que Montevideo se quede sin agua potable en menos de una semana.
En este contexto, el lunes el presidente Luis Lacalle Pou anunció una emergencia hídrica para Montevideo y el área metropolitana. La emergencia hídrica contiene medidas como el estudio del Ministerio de Salud Pública (MSP) que analizará hasta dónde es posible elevar los niveles de sodio y cloruro del agua potable para garantizar el suministro.
Por otro lado, este miércoles se votará la exoneración de impuestos para el agua embotellada en el Parlamento y se extendió el suministro gratuito de dos litros de agua por día para beneficiarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).