El avance de un nuevo sistema frontal frío está provocando un cambio en las condiciones meteorológicas en Argentina. Durante las últimas horas, la nubosidad aumentó en La Pampa, San Luis, sur de Córdoba, norte de Buenos Aires y, en menor medida, en sectores del sur de Santa Fe y Entre Ríos.
Aunque en la mayoría de las regiones este fenómeno se traduce en un cielo cubierto y un descenso térmico, en áreas puntuales, como el sur de Córdoba y el sur de Santa Fe, se registran lluvias moderadas y aisladas. Durante el miércoles, se espera que las precipitaciones se intensifiquen en Córdoba y se extiendan al resto de la región central.
Además de la inestabilidad climática, este frente frío traerá un marcado descenso de temperatura en gran parte del país. Luego de una de las olas de calor más extremas registradas en el norte de Argentina, el ingreso de aire frío establecerá un escenario más acorde al otoño. Se espera que en la región central las temperaturas sean más frescas y el clima se mantenga estable en los próximos días.
Por otro lado, en el norte del país, especialmente en Formosa y Misiones, se desarrollarán lluvias y tormentas aisladas relacionadas con un sistema de tormentas proveniente de Paraguay. Aunque estos eventos serán dispersos, podrían generar precipitaciones puntuales significativas.
La situación más preocupante se vive en el noroeste argentino, donde las lluvias persistentes han provocado excesos hídricos en provincias como Tucumán, Salta y Jujuy. Estas zonas ya registraron importantes acumulados en los últimos días, lo que generó anegamientos y complicaciones en varias localidades.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla para Salta y Jujuy, ante la probabilidad de tormentas fuertes con abundante caída de agua en cortos períodos, actividad eléctrica intensa, ráfagas de viento de hasta 60 km/h y posible caída de granizo. Ante la vulnerabilidad del suelo, las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada y tomar precauciones ante posibles anegamientos o crecidas de ríos.
En el NOA, los acumulados de lluvia podrían alcanzar hasta 40 mm, con la posibilidad de superar esos valores en zonas puntuales. Dado el contexto de saturación del suelo, es crucial que los productores agropecuarios y la población en general tomen las medidas necesarias para mitigar los efectos de las precipitaciones.
En conclusión, este nuevo frente frío traerá un cambio de escenario climático en Argentina, con lluvias en el centro y norte del país, mientras que el ingreso de aire frío consolidará condiciones más frescas en gran parte del territorio. Con la llegada del otoño, el alivio térmico será una buena noticia para los productores, aunque persisten riesgos en zonas afectadas por excesos hídricos.