Los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) dieron a conocer un informe macroeconómico , en el que plantean que en efecto, el desaire de Donald Trump hacia su par ucraniano ha cambiado la dinámica de los conflictos entre la principal potencia mundial, Rusia y Europa.
Así, los mercados vienen revaluando las acciones de las principales compañías armamentísticas europeas (Rheinmetall +166%, BAE Systems +28% y Airbus Group +26% en los últimos 6 meses) frente a la perspectiva de un menor involucramiento estadounidense en la región y un incremento del gasto en defensa de las principales economías del bloque.
A su vez, en el marco de la guerra comercial y los aumentos cruzados de aranceles, Wall Street mantiene su sendero bajista (bearish), el SP500 marcó un retroceso del 6% en el último mes, con casos curiosos como el de Tesla, empresa de Elon Musk, el consejero superior del presidente, acumula una caída del 26% en el último mes.
Más en detalle, una preocupación primordial para la nueva administración en la Casa Blanca es el avance de la economía China en el mercado mundial. Para mantener el liderazgo y evitar que el gigante asiático continue acortando diferencias, la nueva gestión norteamericana opta por fortalecer la economía local mediante el "proteccionismo" (levantamiento de aranceles y repatriación de capitales) sin reparar en la disrupción que ello implica, como mínimo, a corto plazo en un sistema productivo integrado globalmente.
En ese sentido, las perspectivas económicas se deterioraron rápidamente, una economía que en el último trimestre del 2024 había crecido al ritmo del 2,3% anual, ahora, según las proyecciones de la Reserva Federal de Atlanta, tendrá un primer trimestre de caída al ritmo del -2,4% anual. Donald Trump clarificó su visión en una entrevista para Fox News: "China tiene una perspectiva de 100 años. Nosotros nos guiamos por trimestres. Y no se puede hacer de esa manera".
De esta manera, se hicieron efectivos los aranceles del del 25% al acero y al aluminio, lo produjo represalias similares por parte del gobierno chino en productos como con 15% de aranceles a productos como el pollo, trigo, maíz, algodón y con 10% en otros como soja, carne de cerdo, carne de vacuno, productos acuáticos, frutas, lácteos, verduras y sorgo. Además, avanzó levantando aranceles contra socios comerciales como México o Canadá contra los que no había tomado medidas tan significativas en su primer mandado. Con todo, las barreras arancelarias ya se encuentran en sus niveles más altos desde 1945.
El cambio en la administración estadounidense tuvo efectos sobre la economía argentina. En primer lugar, el fortalecimiento del dólar que se venía dando previo a la asunción de Trump, contracara de la depreciación de las monedas de sus socios comerciales, reforzo la apreciación del tipo de cambio que ya estaba en marcha a partir de la implementación del crawing peg y su baja al 1% mensual.
En efecto, la voluntad de mantener controlada la cotización del dólar, para estabilizar la inflación, llevo al tipo de cambio real a valores similares a los de la convertibilidad, lo que fue empeorando las cuentas externas. De esta manera, la balanza comercial se volvió menos superavitaria sobre fines del año pasado y en los primeros dos meses del año. Así, en enero y febrero el superávit comercial alcanzo USD 162 millones (-79% i/a) y USD 227 millones (-83% i/a), incluso al ver el resultado base caja (lo que efectivamente se pagó) la cuenta se tornó negativa. Más en detalle, la cuenta corriente computa no solo el resultado comercial, sino también el intercambio de servicios, incluidos los gastos por turismo en el exterior, las intervenciones en las cotizaciones paralelas y el pago de utilidades y dividendos. La novedad es que el último dato disponible, de enero-25 otorgó el déficit más importante desde junio-23 y la vuelve un dato a seguir pendientes a futuro.
De esta forma, teniendo en cuenta los pagos de deuda, las reservas del Banco Central fueron perdiendo robustez desde la segunda mitad del 2024, con altibajos gracias a las exportaciones y al blanqueo de capitales. Al 18/3 las reservas brutas alcanzaron los USD 27.208 millones, dejando a las reservas netas en USD - 4.862 millones.
Si bien el Gobierno atravesó la etapa estacionalmente menos favorable del mercado de cambios, queda por delante afrontar la demanda de dólares del resto del año, para lo cual los importantes aportes de la cosecha gruesa y del superávit energético esperados (alrededor de USD 40 millones) parecen ajustados si se continua sin poder refinanciar la deuda nominada en dólares. Hacia adelante se deben afrontar pagos de deuda con privados por USD 4,3 mil millones en julio-25, vencimientos de intereses del préstamo con el FMI (USD 2,3 mil millones para lo que resta del año), sortear la volatilidad política propia de un año electoral y además avanzar hacia la salida de los controles de cambios.
En este marco, dado que pese a la mejora del riesgo país Argentina aun no puede financiarse con privados, es de suma importancia renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario para organizar los pagos de capital del préstamo, que iniciarían en 2026, y recibir dinero "fresco" para pagar a los acreedores privados sin tensionar las reservas y llegar de la mejor manera a las elecciones de medio termino. Actualmente, las negociaciones con la entidad internacional vienen siendo más lentas de lo esperado. Si bien el gobierno sobrecumplió las metas que el FMI tenía vigentes, el debate gira en torno a la utilización del dinero que amplía el crédito y el esquema cambiario presente y futuro. Hay diferentes visiones sobre cuál es la mejor estrategia para la situación del blend, de los plazos de salida del cepo, del monto de los fondos frescos y de la posibilidad de utilizarlos para mantener la política cambiaria. También se negocia la "letra chica" del acuerdo, aquel camino económico que desea la entidad que Argentina recorra (nuevas reformas, tratamiento de los subsidios, impuestos, etc.) y los plazos de pago de intereses y capital.
En este marco, la incertidumbre generó ruido en las últimas ruedas financieras, con un Banco Central vendedor en los mercados oficiales (USD -1.204 millones). Esto se suma a las intervenciones en las cotizaciones paralelas (USD -1.431 millones) durante los últimos meses. Para mostrar confianza, el gobierno esgrime los logros en las otras dos anclas del programa: la fiscal y la monetaria. El resultado fiscal de febrero refrenda el compromiso al superávit fiscal primario, que acumula un 0,62% del PBI, y al superávit fiscal financiero (luego del pago de intereses), que alcanzó el 0,16% del PBI en el año. Por el lado monetario se mantuvo el tope de dinero para la base monetaria amplia en ARS 47,7 billones, estipulada a partir del lanzamiento de la fase 2. Por estas razones el Ministro Caputo asegura que la cantidad de pesos disponibles para demandar dólares es menor que en el pasado, por lo que se vería reducida la volatilidad cambiaria.
En definitiva, "las tres anclas" fiscal, monetaria y cambiaria han propiciado la menor inflación que se viene experimentando en los últimos meses si bien el último dato de febrero macró una pequeña aceleración en el promedio de los precios respecto del mes anterior. Estimamos, sin embargo, que se trata de un dato puntual y que la tendencia de fondo de la inflación, luego de marzo que siempre tiene una estacionalidad positiva en materia de precios, seguirá siendo a la baja en tanto se mantenga el esquema cambiario. Principalmente, el resultado de febrero estuvo motorizado por la actualización de los precios de la carne, que en promedio por kilo por góndola crecieron un 10,5% luego de aumentar solo 80% en 2024. De hecho, en términos reales (versus la inflación) el precio promedio por kg. En góndola terminó 2024 un 17% más barato. La corrección se produce en el marco del mejoramiento del poder adquisitivo en términos de producto, que supera los valores de fines de la administración anterior, y se incrementó 16% en el último año.
En síntesis, el gobierno buscará llegar a las elecciones profundizando su principal logro: la baja de la inflación. Para ello, necesitará mantener estable la situación cambiaria, siendo clave disminuir la venta de divisas y reimpulsar la confianza con el acuerdo con el FMI. Con un primer test superado a partir de la aprobación del DNU en el Congreso, resta conocerse el contenido del acuerdo en cuanto a plazos, montos y condiciones.
En ese sentido, presiones del organismo en torno a la modificación del esquema cambiario pueden explicar parte de la inestabilidad de las últimas ruedas. En un año electoral donde el Gobierno necesita revalidarse partiendo de una situación sumamente débil en materia legislativa, Serán especialmente importantes los tiempos acordados para la salida del cepo cambiario y las reglas bajo las cuales se regulará el mercado cambiario.