En una jugada sorprendente que ha generado tensiones en el sector de la carne, el Gobierno ha frenado y reabierto las exportaciones de carne bovina en cuestión de horas. Esta intervención ha dejado a las empresas exportadoras desconcertadas y preocupadas por las consecuencias en un mercado que ya enfrentaba un aumento significativo en los precios. Las fuentes consultadas describen este movimiento como un "apriete" y una "demostración de fuerza" por parte del Gobierno.
Las exportaciones de carne bovina, un componente vital de la economía argentina, se vieron temporalmente paralizadas por una intervención del Gobierno, según varias fuentes del sector privado. Un informante del sector reveló que "Anoche funcionarios de la Aduana se comunicaron con los despachantes para decirles que quedaba todo frenado para la exportación de carne".
Sin embargo, en una maniobra que ha desconcertado a muchos, el Gobierno revirtió su decisión en cuestión de horas. Según la misma fuente, "Ahora empezaron a decir esos mismos funcionarios que quedó todo liberado". Esta rápida reversión de la decisión ha llevado a algunas voces en el sector a calificar el movimiento como una táctica de presión del Gobierno para evitar más aumentos en el precio de la carne.
Nuestro equipo intentó obtener una declaración de la Aduana sobre estos acontecimientos, pero aún no hemos recibido respuesta. Mientras tanto, las empresas exportadoras vivieron momentos de incertidumbre y tuvieron que mantener contactos con la Aduana para aclarar la situación. Finalmente, se informó que la situación se había "normalizado".
Sin embargo, en el sector no se comprende por qué se tomó una medida repentina y luego se dio marcha atrás. La carne ya estaba bajo un acuerdo de precios hasta fin de año en el marco de Precios Justos para siete cortes populares con un aumento mensual del 5%. Las empresas no han recibido solicitudes para negociar un nuevo acuerdo de precios.
Una fuente del mercado reveló que "Los despachantes de Aduana nos dijeron que la instrucción hoy es no sacar nada de carne", lo que provocó preocupación en un sector en el que los viernes son días de envío de muchos contenedores. Esta situación podría resultar en la pérdida de embarques programados para el fin de semana.
La intervención oficial se produce en un momento de tensión en el mercado, ya que en los últimos días se ha registrado un aumento del 20% en el precio de la carne, impulsado en parte por el encarecimiento del ganado.
El precio del ganado experimentó un aumento en agosto pasado debido a la implementación del dólar maíz y la devaluación, llegando a acercarse a los $950 por kilo vivo para consumo interno. Sin embargo, retrocedió hasta los $800. Ahora, el precio ha vuelto a subir y ha superado la barrera de los $1000. Esto ha generado preocupación en el sector, ya que estos valores son ligeramente superiores a los de agosto, a pesar de una inflación del 25% en el mismo período.
Este episodio no es la primera vez que el Gobierno toma medidas drásticas en relación con las exportaciones de carne. En agosto pasado, se concretó un cese de las exportaciones de carne bovina que se revirtió en cuestión de horas.
Además, en la última semana, se generó tensión cuando se pidió a los operadores del Mercado Agroganadero de Cañuelas que no pagaran más de $1000 por la hacienda. Aunque el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, negó la intervención, el precio del ganado superó los $1000 por kilo.
La incertidumbre y la volatilidad en el mercado de la carne han llevado a preocupaciones en el sector y han dejado a las empresas exportadoras en alerta, ya que la situación actual podría tener un impacto significativo en la industria cárnica argentina. El Gobierno, por su parte, deberá abordar de manera efectiva los desafíos que plantea el aumento de precios y la inestabilidad en el mercado de la carne bovina.