Bloomberg escribe que esto plantea la posibilidad de una campaña más amplia contra el sistema global, que, según él, está dirigida contra Estados Unidos. El presidente firmó un decreto según el cual el representante comercial de Estados Unidos y el secretario de Comercio proponen nuevos aranceles para cada país con el fin de restablecer el equilibrio de las relaciones comerciales.
Se trata de un proceso a gran escala que podría llevar semanas o meses. Howard Luthnick, el candidato de Trump para dirigir el Departamento de Comercio, dijo a los periodistas que todos los análisis deberían estar terminados antes del 1 de abril y que Trump podría actuar inmediatamente después.
Según el memorando de la Casa Blanca, los nuevos aranceles de importación se elaborarán por separado para cada país para compensar no sólo sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses, sino también las "barreras no arancelarias" que los países imponen en forma de "subsidios injustos, regulaciones, impuestos al valor agregado, tipos de cambio, débil protección de la propiedad intelectual y otros factores que restringen el comercio estadounidense".
"He decidido, en aras de la equidad, que aplicaré aranceles a cambio, es decir, a los países que los impongan a los Estados Unidos de América. En casi todos los casos, nos cobran mucho más de lo que les cobramos nosotros, pero esos días ya pasaron", dijo Trump.
Trump dijo a los periodistas que más adelante también impondría aranceles a las importaciones de automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos.
El republicano citó las "barreras" de la Unión Europea, incluido el IVA, como ejemplo de lo que Estados Unidos quiere abordar. Trump también señaló a Japón y Corea del Sur como países que, en su opinión, se están aprovechando de Estados Unidos y, por lo tanto, podrían ser "objetivos".
Los aranceles recíprocos serían la medida más ambiciosa de Trump hasta el momento para abordar el déficit comercial de Estados Unidos y el "trato injusto a las exportaciones estadounidenses en todo el mundo". Trump ya ha impuesto un arancel del 10% a los productos chinos y planea imponer un arancel del 25% a todo el acero y aluminio de Estados Unidos en marzo.
Bloomberg señala que la decisión de Trump de no imponer aranceles de inmediato puede considerarse como el inicio de las negociaciones. Está siguiendo la misma estrategia que ya ha utilizado para obtener concesiones de México, Canadá y Colombia.