Este nutriente es clave para asegurar tanto el rendimiento como la calidad del cereal, y su carencia podría tener consecuencias negativas significativas.
Según la entidad, los envíos de fertilizantes nitrogenados hasta fines de julio fueron menores de lo esperado para esta época del año, lo que genera preocupación en el sector. "Observamos con inquietud la demora en la aplicación de nitrógeno en trigo durante la etapa de macollaje, lo que podría frustrar seriamente las expectativas de rendimiento y calidad," señaló Roberto Rotondaro, presidente de Fertilizar AC.
La falta de una adecuada refertilización con nitrógeno podría desencadenar problemas similares a los registrados en 2015, cuando gran parte del trigo producido en Argentina no cumplió con los estándares de calidad exigidos por el mercado, alcanzando un contenido proteico promedio de apenas 9,5%.
Esteban Ciarlo, responsable técnico de Fertilizar AC, advirtió que la baja disponibilidad de nitrógeno está desaprovechando una oportunidad para mejorar tanto el rendimiento como la calidad del cereal, especialmente en un contexto donde las recientes lluvias han mejorado el nivel de humedad del suelo en varias regiones productivas. "Es crucial que la aplicación de nitrógeno se adelante para que las precipitaciones ayuden a incorporarlo adecuadamente al suelo," destacó.
Importancia de una Nutrición Adecuada
Para lograr una buena producción de trigo, es fundamental aplicar alrededor de 28 kilogramos de nitrógeno por cada 1.000 kilos de grano, lo que garantiza un porcentaje básico de proteínas del 11%. Aunque las recomendaciones pueden variar según el tipo de suelo y las condiciones climáticas, se sugiere aplicar entre el 60% y el 70% de la dosis de nitrógeno durante el macollaje para optimizar los rendimientos.
El trigo es uno de los cultivos más importantes a nivel mundial, tanto por su expansión geográfica como por su volumen de producción e impacto económico. La calidad del grano de trigo, especialmente el trigo pan, está directamente influenciada por la disponibilidad de nitrógeno, explicaron Gabriela Abeledo y Daniel Miralles, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y el Conicet.
El nitrógeno no solo es determinante para el rendimiento del trigo, sino también para su calidad. Este nutriente afecta la concentración y tipo de proteínas presentes en el grano, lo que a su vez influye en las características de la harina. Una deficiencia de nitrógeno reduce la cantidad de gluten en el grano, afectando la capacidad de la harina para retener gases durante la fermentación y resultando en panes de menor volumen y textura menos esponjosa.
Consecuencias de la Deficiencia Nitrogenada
Cultivar trigo sin la adecuada provisión de nitrógeno no es una opción viable. Los recursos invertidos en semillas, combustible, transporte y mano de obra se desperdician en un sistema productivo que no alcanzará su objetivo: producir granos en cantidad y de calidad. Además, esta insuficiencia provoca una menor captura de carbono por las plantas y una disminución en el aporte de materia orgánica al suelo.
Abeledo y Miralles concluyeron subrayando la importancia de integrar las prácticas agronómicas adecuadas para asegurar una producción eficiente de trigo, desde el campo hasta la mesa de los consumidores. "La correcta gestión del nitrógeno es esencial no solo para maximizar el rendimiento y la calidad del cultivo, sino también para minimizar su impacto ambiental," señalaron los expertos.
