Arribó ayer de regreso al país el ministro de Economía, Sergio Massa, luego de encabezar una comitiva a China. En el viaje realizado en el avión presidencia ARG1, el funcionario le confirmó al equipo que lo acompañó que entre el 12 y el 14 de junio se trasladarán a Washington Lisandro Cleri, Gabriel Rubinstein y Marco Lavagna para encarar lo que se espera sean las últimas reuniones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para concretar el desembolso adelantado solicitado por la Argentina.
Aunque se consideran bien encaminadas las conversaciones con el Fondo, en paralelo y de manera continua funcionarios del ministerio mantienen contactos con pares del gobierno estadounidense. Estas consultas son un clásico al acercarse las definiciones, dado que la Casa Blanca tiene poder de veto por su condición de contribuyente mayor del organismo.
Entre los interlocutores estadounidenses que suelen mediar con posturas más comprensivas hacia la Argentina se encuentran hombres del Departamento de Estado que en los últimos años visitaron el país, entre ellos el asesor principal asesor para América latina de Joe Biden, Juan González, y el senador demócrata Christopher Dodd.
La Argentina profundizará en los próximos días las tratativas para alcanzar el desembolso anticipado -el famoso "puente"- mientras transita la cuenta regresiva de la negociación.
Para el 21 de junio está pautado el siguiente vencimiento de deuda, en este caso por 926 millones de dólares. El objetivo de Economía es resolver la negociación antes de esa fecha.
Entrando en detalles, en el Palacio de Hacienda consideran irrenunciable la potestad de usar los dólares para frenar corridas, con intervenciones en los mercados. Esa definición ganó peso en los últimos días luego de que entre los colaboradores de Massa circulara un estudio interno sobre los precios de mayo que, según el testimonio de los funcionarios, ref lejaba que la intervención cambiaria tiene efectos contra la inf lación. También, que los dólares financieros generan expectativas y construyen precios.
Balance de gira Encabezada por Massa, la delegación que viajó a la República Popular China se integró con el ministro de Transporte, Diego Giuliano; los secretarios de Energía, Flavia Royon; Agricultura, Juan José Bahillo, y Relaciones Financieras Internacionales, Marco Lavagna; el presidente de YPF, Pablo González, y el titular de Energía Argentina (ex Enarsa), Agustín Gerez.
En las actividades también hubo espacio para una comitiva parlamentaria, con la titular de la Cámara Baja, Cecilia Moreau, y el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.
El vuelo de regreso fue de satisfacción por los tres objetivos alcanzados.
En primer lugar, se logró ampliar y renovar por tres años el swap con China para fortalecer las reservas con un porcentaje de hasta 5.000 millones de dólares autorizado para todo uso.
Esos fondos, preferentemente destinados al intercambio comercial con Beijing, pueden extenderse en otros 5.000 millones, en caso de ser requeridos.
El segundo logro fue que el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del bloque de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) resolviera -por impulso del primero de esos países- evaluar la incorporación de la Argentina a esa entidad financiera.
La postulación de Argentina será votada en la próxima asamblea de los "gobernantes" de la institución (ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales), en la primera semana de agosto. Esta decisión, con muchas chances de concretarse porque cuenta con el aval de Brasil y China, permitirá que la Argentina pueda acceder a mecanismos de asistencia financiera y créditos "blandos" ante eventuales situaciones de "estrés", como la caída de las exportaciones agroindustriales por una sequía.
El tercer objetivo alcanzado ref lejó la voluntad de las autoridades políticas y empresariales de China de ratificar una relación estratégica integral con la Argentina. Un vínculo que en la visita de Massa se profundizó con la adhesión al Plan de Cooperación de la Iniciativa de la Ruta de la Seda, la principal apuesta del gigante asiático en su vínculo con el mundo.
En números, estas decisiones -propias de una relación privilegiada- se reflejaron en los más de diez proyectos de inversión con financiamiento de bancos chinos que Massa anunció en los últimos días de su visita por una cifra que ronda los 3.200 millones de dólares.
