Este enfrentamiento llega en un momento en el que el mercado europeo enfrenta una demanda débil, y ambos bandos luchan por mantener su relevancia.
Los fabricantes chinos, como BYD y GAC, ven en este evento una oportunidad para consolidar sus planes de expansión en Europa, mientras que los fabricantes europeos, como Volkswagen y Stellantis, atraviesan dificultades económicas debido a la competencia y a la debilidad del mercado chino. La UE planea imponer un arancel del 45% a los vehículos eléctricos chinos, en respuesta a lo que considera subsidios injustos de Pekín.
A pesar de las tensiones, las marcas chinas continúan su ofensiva en Europa con precios competitivos y modelos mejor equipados, como el nuevo SUV eléctrico Sea Lion 07 de BYD. Mientras tanto, los fabricantes europeos buscan reducir costos, con Volkswagen considerando recortes de personal y cierre de fábricas.
Con este escenario, la competencia entre China y Europa en el sector automotriz se intensifica, marcando un punto crucial para el futuro de los vehículos eléctricos en ambos mercados.
