La última actualización de perspectivas agroclimáticas al 27 de marzo de 2024, arroja luz sobre las fluctuantes condiciones climáticas que enfrenta el sector agrícola en vastas regiones de América del Sur. Con vientos del trópico soplando con moderada intensidad, se anticipan condiciones templadas en la mayor parte del área agrícola, con la notable excepción del extremo norte, que enfrentará fuertes calores.
Las temperaturas máximas superarán los 30°C en zonas del este del NOA, gran parte de Cuyo, y otras regiones, con áreas específicas experimentando temperaturas aún más elevadas, superando los 35 y 40°C. Contrastantemente, el oeste del NOA y el norte de Cuyo verán máximas inferiores a 25°C, lo que destaca la variabilidad climática extrema.
La semana también verá el avance de un Frente de Pampero, que traerá tormentas tempranas y lluvias abundantes a áreas del norte y centro-este agrícola, mientras otras regiones recibirán aportes moderados a escasos de precipitaciones. Este fenómeno enfatiza la importancia de la planificación y gestión de recursos hídricos para el sector.
Adicionalmente, la llegada de vientos del sur marcará una caída en las temperaturas mínimas, generando heladas generales en zonas serranas, y potenciales heladas localizadas en áreas de Buenos Aires. Esto subraya la necesidad de estrategias de protección de cultivos frente a temperaturas extremas.
En Brasil, la perspectiva comienza con temperaturas máximas sobre lo normal en gran parte del área agrícola, con registros intensos en Mato Grosso do Sul y otras regiones del Cerrado. Precipitaciones abundantes se esperan sobre gran parte del área agrícola brasileña, aunque algunas zonas del Cerrado y el sur de Bahía verán precipitaciones escasas, resaltando la variabilidad climática dentro del país.
La entrada moderada de vientos del sur hacia el final de la perspectiva moderará las temperaturas en el sur y el centro del Litoral Atlántico de Brasil, mientras el resto experimentará temperaturas normales a superiores a lo normal.
Esta información climática es crucial para los productores agrícolas y el sector agropecuario en su conjunto, permitiéndoles ajustar sus estrategias de siembra, irrigación, y protección de cultivos. La variabilidad climática presentada subraya la importancia de la adaptación y la resiliencia en el sector agropecuario frente a los desafíos climáticos emergentes.