El superávit comercial de bienes en Argentina seguirá siendo significativo en 2025, aunque se espera que sea inferior al registrado este año. Según un informe de la consultora Invecq, los cambios en la dinámica de exportaciones e importaciones, impulsados por factores tanto internos como externos, serán los principales responsables de esta moderación en el saldo positivo de la balanza comercial.
En noviembre, la balanza comercial fue superavitaria en 1.234 millones de dólares, acumulando un saldo positivo de 17.371 millones en lo que va del año. Las exportaciones aumentaron un 31,6% interanual en valor, impulsadas principalmente por un incremento del 35,5% en los volúmenes exportados, aunque los precios retrocedieron un 2,8%. Este crecimiento estuvo liderado por los productos primarios (+56,9%) y las manufacturas de origen agropecuario (+55,1%), beneficiados por una base de comparación baja debido a la sequía del año pasado.
En contraste, las importaciones cayeron un 4,3% interanual, reflejando una contracción del 3,9% en los precios, mientras que los volúmenes permanecieron estables. En el acumulado del año, las compras externas disminuyeron un 20,2%, resultado de la devaluación, el impuesto PAIS y la recesión económica.
De cara a 2025, Invecq proyecta un superávit comercial menor al de 2024 debido a dos factores clave: un crecimiento esperado de las importaciones, impulsado por la recuperación económica, la eliminación del impuesto PAIS y el abaratamiento del dólar oficial; y un incremento más limitado de las exportaciones, afectadas por la caída de los precios de los commodities agrícolas. La soja, por ejemplo, pasó de cotizar a 520 dólares por tonelada en 2023 a 350 dólares recientemente, lo que, combinado con menores áreas sembradas, podría generar pérdidas significativas en el ingreso de divisas.
La consultora también destacó que, a nivel microeconómico, el poder de compra interno de la soja se encuentra en mínimos históricos, un 40% por debajo del promedio de los últimos cinco años. Esto subraya la urgencia de revisar políticas como los derechos de exportación, que impactan negativamente en la competitividad del sector agroexportador.
Aunque el 2025 promete un superávit comercial positivo, los desafíos en términos de precios internacionales, recuperación económica y políticas sectoriales serán determinantes para mantener la estabilidad en la balanza comercial y asegurar el crecimiento sostenible del comercio exterior argentino.
Fuente : Diario Ambito Financiero