Este lunes 31 de marzo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicará su estimación oficial sobre el área sembrada para la campaña 2025/26, en un contexto de creciente tensión para el mercado global de granos. La soja podría perder hasta 1,2 millones de hectáreas en favor del maíz, que ganaría 1,4 millones. A la espera del informe, el clima y los precios siguen marcando la agenda.
Dante Romano, docente e investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, advierte que el mercado no solo estará atento a los datos del USDA, sino también al comportamiento climático en las principales zonas productoras de EE.UU., que será clave para confirmar los rindes proyectados. La estimación coincide con los pronósticos del Outlook Forum, lo que refuerza su impacto sobre las expectativas.
En paralelo, los precios del aceite de soja experimentan alzas, motivadas por la menor demanda de India y las discusiones en EE.UU. sobre un posible aumento del 50% en el mandato de biodiesel. Este factor podría sostener la tendencia alcista del aceite en Chicago, beneficiando indirectamente a Argentina con mejores primas.
Pero la situación local dista de ser ideal. Argentina enfrenta una escasez pronunciada de soja, agravada por las demoras en la navegación del río Pilcomayo, que impide el ingreso del poroto paraguayo, y por lluvias que demoran la recolección de la nueva cosecha. En este escenario, la falta de materia prima y la demanda sostenida empujan los precios hacia arriba.
La cosecha está próxima a comenzar, con lotes iniciales en el norte de Córdoba, pero las lluvias recientes no alcanzan para mejorar significativamente la calidad del cultivo, que ya se encuentra en su etapa final. "Para la recolección, sin embargo, sería ideal contar con clima seco", agrega Romano.
En lo comercial, el comportamiento del productor argentino también introduce incertidumbre. Aunque en la última semana se concretaron ventas por 580.000 toneladas de soja mayo 2026, por encima del promedio para la época, el volumen total vendido sigue bajo: apenas un 6% del total, frente al 10% esperado. Aún quedan 11 millones de toneladas sin vender y otras 3 millones por fijar precio.
Romano explica que parte de esta cautela responde a la inestabilidad del tipo de cambio y a la expectativa de posibles recortes en los derechos de exportación, cuya reducción vigente vence el 30 de junio. "Muchos productores dan por sentado que se extenderá hasta fin de año", señala el especialista.
Mientras tanto, el mercado global se mantiene en vilo: los movimientos en EE.UU., los problemas logísticos en el Cono Sur y la incertidumbre política en Argentina configuran un escenario de alta volatilidad. La mirada estará puesta, en las próximas semanas, en los informes climáticos, las decisiones del USDA y la evolución del comercio local.