En la zona núcleo, la soja de primera muestra una recuperación limitada, pero la sequía de enero dejó pérdidas irreversibles en la campaña 2024/25.
A pesar de las recientes lluvias, la soja de segunda sigue siendo la más castigada por la sequía en la zona núcleo, con un 80 % de los lotes en condiciones regulares a malas, según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El daño hídrico fue tan severo que, incluso con precipitaciones, las pérdidas podrían continuar aumentando.
En localidades como Carlos Pellegrini, el panorama es crítico: la mitad de los cuadros de soja de segunda muestra signos evidentes de estrés hídrico, con pérdida de follaje y escasa producción reproductiva. En María Susana, donde la oleaginosa de segunda representa el 20 % del área sembrada, los técnicos advierten sobre rindes de entre 0 y 10 qq/ha, reflejando el fuerte impacto de la sequía prolongada.
Por su parte, la soja de primera presenta una mejor situación, aunque con una recuperación limitada. "El 55 % del cultivo está en pleno llenado de granos, mientras que el 45 % recién inicia esa fase. Sin embargo, la posibilidad de recuperación es baja", destacó la BCR.
En Pergamino, los especialistas estiman una merma mínima del 30 %, mientras que en la región núcleo, el 35 % de los lotes sigue en estado regular a malo. A pesar de que los cuadros en condición mala se redujeron en 10 puntos porcentuales, solo el 25 % del cultivo se encuentra en estado muy bueno a excelente.
Ante este escenario, la BCR ajustó su estimación para la producción de soja 2024/25 en la zona núcleo a 16,5 millones de toneladas, con un rendimiento promedio de 32,2 qq/ha. "La sequía de enero quebró las expectativas y dejó pérdidas irreversibles", concluyó el informe.