En los CREA del sur de Santa Fe el poroto está atado a una aceitada ambientación. La zona tiene gran variabilidad de rindes, desde 6.000 kg/ha como lo más relevante para soja de primera, a 2.000-3.000 kg/ha como lo más modesto en soja de segunda. Para los principales ambientes de la región el consejo es separar aquellos de un potencial superior a los 4.000 kg respecto de los que se ubican por debajo de ese umbral. "En los ambientes de más de 4.000 kg con presencia de napa vamos a ciclos más cortos y fechas de siembra tempranas, buscando explorar el máximo potencial que ofrecen", avisa Cristian Natali, asesor del CREA Colonia Medici.
Cuando se trata de ambientes de un potencial por encima de los 4.000 kg/ha pero sin napa, todo dependerá del fenómeno climático predominante. "Con perspectivas de un Niño optamos por ciclos cortos sembrados temprano; en años neutros con más de 80 % de agua útil en el perfil, repetimos la estrategia. Ahora bien, si el agua no es suficiente, podemos diversificar con ciclos medios, moviendo la fecha de siembra hacia fines de octubre o principios de noviembre. Y si es un año Niña, habrá que retrasar la fecha de siembra para no exponernos tanto", señala el profesional.
En los ambientes donde los rindes potenciales se ubican debajo de los 4.000 kg/ha, la estrategia es distinta. En el caso de aquellos que cuentan con napa, el criterio pasa por evaluar la conductividad eléctrica (CE) de la solución del suelo, una herramienta que permite medir la salinidad del perfil. "Con bajos niveles de CE, si lo que se proyecta es un año Niño, consideramos que estamos ante un escenario favorable para ese ambiente y vamos a ciclos medios con FS de mitad de noviembre. En un año Neutro o Niña, alargamos un poco los ciclos, privilegiando las FS de noviembre". Las restantes opciones corresponden, por un lado, a niveles medios de CE; allí se diversifica según la fase climática y eligen moverse dentro de las FS de noviembre con ciclos medios a largos. Con CE mayores a 350 o incluso un poco menos, la idea es cambiar de cultivo; sorgo, girasol o incluso alguna pradera tendrán mejores chances que la soja. Por último, en ambientes con un potencial inferior a 4.000 kg/ha y que además carecen de napa, la estrategia pasa por mirar la fase climática vaticinada para el período de cultivo y repartir la FS dentro de noviembre, con ciclos medios a largos.
EN RETIRADA El atractivo del poroto ha ido decayendo en los últimos años, a medida que las malezas pulverizaban los bajos costos de antaño. "En la región es notorio el retroceso de la soja de primera en las últimas tres campañas, con un aumento del área de trigo, soja de segunda y maíz (en especial, tardío), consecuencia de cambios en los precios relativos, rendimientos y manejo del sistema", reconoce Natali. Para la zona de mejores suelos (pampa llana santafesina, ondulada, arenosa iúdica) en una fase Neutro los resultados más alentadores se dan con FS de segunda quincena de octubre/ primeros días de noviembre. Es notorio que a partir del 10-12 de noviembre los rindes tienden a caer. Si nos trasladamos a la zona de la pampa arenosa ústica o las cercanías de la costa del Paraná, las mejores FS se ubican en noviembre y los pisos de rendimientos se elevan a medida que nos acercamos a fines de ese mes. Analizado para un año neutro o Niña, en este tipo de ambientes hay que diversificar aún más.
ENEMIGO EN ASCENSO El tizón foliar por Cercospora kikuchii es una de las preocupaciones del momento, ya que viene aumentando su severidad e incidencia. Favorecen al patógeno condiciones de humedad por arriba del 80 % y temperaturas entre 25 y 30 ºC. Los fungicidas han mostrado 34 % de control con triazoles y estrobirulinas, y 55 % con carboxamidas. No hay cultivares con resistencia genética. Recuerde utilizar semilla libre de patógenos y tratada con curasemillas, monitorear, rotar cultivos y fungicidas foliares. Junto con otras enfermedades de fin de ciclo, el tizón genera pérdidas de entre los 100 y los 400 kg/ha.
La napa es un aditamento deseado, aunque no siempre ayuda. "En soja de segunda se marca su influencia positiva, especialmente en años Niña, ya que levanta pisos y techos de rendimiento. A los 100 días estamos llegando a R5 con raíces que exploran hasta los 2 m. En el otro extremo, contar con napas muy cercanas en años Niño puede catalogarse como la situación más compleja de manejar". MATERIALES Natali se refiere también a los resultados de la Red de variedades de soja de primera y de segunda. En el ranking de rendimiento promedio de 10 sitios analizados sobresalen: para soja de primera, Don Mario 46i20 STS (4.950 kg/ha), Don Mario 40i21 STS (4.850 kg/ha) y AW 4610 ipro (4.769 kg/ha). No difieren significativamente entre sí en términos de rendimiento, pero sí con el resto. Para soja de segunda y sobre la base de cuatro sitios destaca a Don Mario 46i20 STS (4.399
kg/ha), AW5021 ipro (4.385 kg/ha), 3920 ipro (4.349 kg/hg), Don Mario 46R18 STS (4.311 kg/ ha), NS4309 (4.208 kg/ha) AW4320 ipro (4.199 kg/ha) y SI 5x1 (4.159 kg/ha). Como en el caso anterior, sin diferencias significativas entre sí, pero sí con el resto. Natali no cree que la soja esté estancada en sus rendimientos. En la zona, los mayores progresos anuales corresponden a los CREA Las Petacas (82 kg/ha/año) y Santa Isabel (75 kg/ha año). En la otra punta se ubican los CREA Rosario (16 kg/ha/año) y Posta Espinillos (31 kg/ha/ año).
NUTRICIÓN ACEITADA Un buen manejo en este punto incluye el uso de mapas de suelo, fertilización variable (análisis más prescripción), análisis puntuales para armar zonas por altimetría y CE. La tendencia es ir hacia estrategias más eficientes y sostenibles
. El técnico analizó asimismo los últimos eventos disponibles. La soja Enlist ofrece tres traits: resistencia a glifosato, a 2,4D Enlist, y a glufosinato de amonio. El momento de aplicación tiene una ventana relativamente flexible (V2 a V4), postemergente, porque el área foliar aún no es tan importante y se opera sobre malezas de tamaño pequeño. "En cuanto a los riesgos de Enlist y Xtend (soja resistente a dicamba), si el manejo es inadecuado, se puede acentuar la generación de malezas resistentes (baja rotación de principios activos), problemas con la deriva de producto e impacto ambiental no deseado (reducir el uso de preemergentes e ir a sucesivos rescates vuelve más negativo el coeficiente de impacto ambiental o EIQ)"
MÁRGENES 2021/22
En principio, para ambientes de media a alta productividad con buen clima, considerando rendimientos presupuestados de 103 qq/ha para maíz temprano, 41 qq/ha para soja de primera, 95 qq/ha para maíz tardío, 38 qq/ha para trigo, 80 qq/ha para maíz de segunda y 31 qq/ha para soja de segunda, con un alquiler de 17 qq y a 125 km del puerto, el mejor margen es para el maíz temprano, pero la mejor rentabilidad la tiene el trigo/soja de segunda. La soja de primera no solo pierde en margen con el maíz temprano; también queda atrás en rentabilidad. Para el mismo ambiente, con un escenario climático mucho menos amigable, los márgenes -y la renta- pasan a ser liderados por maíz tardío, seguido del maíz temprano.
QUÉ HACER ?
¿Consejos? Planificar la campaña de acuerdo con un buen diagnóstico de lote (potencial productivo, influencia de napa, etc.) permite elegir una estrategia adecuada para cada ambiente. Recurrir a mapas de fósforo intralote para manejar de manera variable el aporte de nutrientes. Y apoyarse en aplicaciones selectivas de agroquímicos, que tienen mejor resultado económico y menor impacto ambiental. El manejo sostenible del sistema implica recurrir a un mulching vegetal (cultivo de servicio) y apuntar a un mayor número de cultivos en la rotación, sobre todo invernales. Cuidar la calidad de las aplicaciones -tamaño de gota, presión, velocidad y dirección del viento-, rotar principios activos y sostener el uso de preemergentes. Por último, reducir el EIQ mediante el uso de productos con bandas verdes y azules.
APLICACIONES SELECTIVAS Se trata de un equipo con cámaras que capta imágenes y las procesa para interpretar lo que está viendo. Lee las malezas dentro de un cultivo e identifica las especies que no son soja y las ataca. Con esto comprobaron ahorros del 80 % en paraquat, del 70 % en glifosato, del 75 % en cletodim y del 65 % en 2,4 D, con una enorme mejora en el EIQ del campo.