Optimismo. Esta es la palabra que más se escucha en el gabinete económico, gracias al precio récord de u$s 440 que alcanzó la tonelada de soja. "Es un buen momento para vender", asegura una alta fuente del Banco Central. Son conscientes que los productores querrán aprovechar este veranito para producir todo lo que puedan durante diciembre y enero, y para eso necesitarán liquidar al menos una parte de los agrodólares que retienen en las silo bolsas, que son una especie de caja de seguridad de los productores agropecuarios.
En los despachos sociales se entusiasman con este empujón que se permitiría llegar hasta la liquidación fuerte desde marzo con reservas en las arcas del BCRA, sin tener que pedir auxilio. En marzo, con la vacuna del coronavirus ya en la calle, se esperanzan en que la economía empiece a crecer, con superávit comercial. En la hoja de ruta el primer paso es despejar los vencimientos del FMI, para luego empezar a trabajar con los organismos multilaterales de crédito, ya que hay varios vencimientos en carpeta con necesidad de hacer un rollover, que en criollo significa patear los vencimientos para más adelante.
Para ir eliminando el cepo la cifra que manejan es que entren u$s 10.000 millones a las reservas del Central, aunque la palabra que utilizan en el Gobierno es ir flexibilizando', no eliminando. Sostienen que si sacan el cepo hoy ocurriría una devaluación, y ya empezó la cuenta regresiva para las elecciones legislativas de octubre del año que viene. Por lo tanto, si debe haber alguna corrección mayor a la que se viene ya haciendo con el crowling peg (micro devaluaciones) en el tipo de cambio, debería esperar hasta noviembre de 2021, una vez que hayan concluido los comicios. Si hoy se quisieran engrosar las reservas del BCRA, lo más lógico sería hacer un repo (un préstamo) con bancos internacionales, y poner bonos en cartera como garantía, pero se debería asumir mucho riesgo por la volatilidad que tienen, por lo que el aforo sería bestial, y la tasa que cobrarían las entidades sería muy grande. Una tasa menor se puede lograr poniendo en garantía el oro que está en las reservas, pero altas fuentes del Central creen que una tasa del 5% anual que cobrarían los bancos por el cepo contra el oro es una tasa bestial, muy cara, al no tener riesgo de la otra parte. Por lo pronto, el Gobierno se prepara para seguir interviniendo en el mercado, el BCRA vendiendo bonos en dólares (AL 30 c para hacer bajar el contado con liquidación y AL30D para hacer bajar el MEP) y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS a la inversa, comprando esos bonos con los dólares que cobra de cupones. En lo que va del año ya compró unos 70 millones de nominales, equivalentes a u$s 35 millones, ya que contablemente le conviene, pues los dólares billetes se los valúan al tipo de cambio social de $ 80, mientras lo que tenga de bonos en AL 30 se lo valían al precio del contado con liquidación, de $ 150.