El conflicto entre el Gobierno colombiano y los productores de arroz se intensifica. Tras varias horas de negociación en el municipio de Espinal, Tolima, las conversaciones entre los delegados del Ministerio de Agricultura y los representantes del gremio arrocero fracasaron, lo que significa que el paro continuará de manera indefinida.
La reunión, que se llevó a cabo en la sede del distrito de riego de Uso Coello, tenía como objetivo discutir un pliego de ocho peticiones formuladas por los productores, entre ellas la principal demanda: un precio mínimo de $220.000 por carga de arroz. Según los arroceros, el valor actual no cubre los costos de producción, lo que los obliga a trabajar a pérdida.
La viceministra de Agricultura, Xiomara Ortega, participó en la mesa de diálogo sin éxito en la búsqueda de consensos. Posteriormente, se reunió con el sector de los molineros, pero tampoco logró llegar a un acuerdo.
Los arroceros exigen medidas urgentes
Martín Vargas, líder de los manifestantes en la Ruta 45, aseguró que el gremio se mantendrá firme en su postura hasta que el Gobierno garantice un precio justo. "Vemos que la mesa negociadora ha tenido muchas dificultades para demostrar la intención de ayudarnos a solucionar las problemáticas que enfrenta el sector arrocero a nivel nacional (...) Nosotros creemos que el precio justo para nosotros es de $220.000 la carga", declaró.
A pesar de la firmeza del paro, los productores aseguraron que se mantendrán los corredores humanitarios para garantizar el paso de ambulancias, citas médicas, vehículos fúnebres, camiones de recolección de basura y transporte de semovientes, en cumplimiento de la Ley Ángel.
La postura del Gobierno: ayuda, pero sin subsidios
La ministra de Agricultura, Marta Carvajalino, reconoció la crisis del sector y confirmó que el Gobierno está buscando un mecanismo financiero para apoyar a los arroceros en momentos de precios bajos. "Tenemos que encontrar una forma de apalancar a los productores cuando el mercado no les sea favorable", señaló.
Sin embargo, aclaró que el Ejecutivo no pretende subsidiar el precio del arroz. "Podemos ayudar a los pequeños productores cuando el precio esté por debajo de los costos de producción, pero esto debe ordenarse", afirmó la ministra.
Carvajalino también reveló que se presentó una propuesta elaborada en conjunto con el Banco Agrario y Finagro, pero que la industria rechazó el mecanismo financiero propuesto.
Un sector en crisis: endeudamiento, precios bajos y condiciones sanitarias adversas
El paro es la expresión de una crisis estructural que afecta al sector arrocero colombiano. En un reciente comunicado, las federaciones de agricultores denunciaron las dificultades que amenazan la sostenibilidad del rubro, entre ellas:
Bajos precios de comercialización, que impiden la rentabilidad del productor. Deudas acumuladas con el sistema bancario y agrocomercial, lo que dificulta el acceso a nuevos créditos. Condiciones sanitarias adversas en las principales regiones productoras, afectando el rendimiento y la calidad de las cosechas.El impacto de estos factores ha provocado una disminución en el número de agricultores dedicados al cultivo de arroz, lo que representa una amenaza para la seguridad alimentaria del país y la economía de las regiones rurales.
Por el momento, los bloqueos continúan y el diálogo sigue estancado. Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los productores y los consumidores, en un contexto donde la estabilidad del sector arrocero parece cada vez más comprometida.