La industria automotriz en Argentina enfrenta una semana de inactividad en seis de sus principales fábricas, debido a la combinación de una marcada caída en la demanda del mercado interno, un declive en las exportaciones y significativos problemas en el abastecimiento de piezas. Este parón se alinea con los feriados de la semana, resultando en una pausa completa en estas plantas.
Las terminales afectadas incluyen a marcas de renombre como Renault, Nissan, Toyota, Fiat, General Motors y Mercedes-Benz. La planta de Santa Isabel, en Córdoba, fue la primera en anunciar esta medida, ceñida a ajustes en la producción frente al actual nivel de demanda. Toyota, el principal fabricante del país, ha optado por un esquema de "horas crédito" para compensar los días no laborables, mientras enfrenta una caída en las exportaciones hacia mercados como Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Fiat, por su parte, ha visto interrumpida su producción debido a la falta de piezas esenciales como la caja de dirección, provenientes de Brasil, país que aún se recupera de severas inundaciones. Esta situación ha dejado un alto número de vehículos incompletos, tanto en Argentina como en Brasil.
General Motors y Mercedes-Benz también han visto necesaria la suspensión de actividades, citando ajustes a la demanda y reformas en instalaciones, respectivamente.
Mientras tanto, Volkswagen, Ford y Stellantis en El Palomar continúan sus operaciones normalmente. Esta situación refleja no solo los desafíos locales de la industria, sino también las dificultades que enfrenta el sector automotriz globalmente. Las empresas apuestan por una reactivación post-pandemia y adaptaciones en la cadena de suministro que permitan retomar el ritmo de producción habitual.