La falta de lluvia está causando estragos en los cultivos de trigo, y las reservas hídricas se han agotado. Además, la sequía amenaza la ganadería, afectando los pastos naturales y la salud del ganado. La situación económica del país agrava aún más la crisis en el sector agrícola.
La sequía persistente en Argentina está generando preocupaciones crecientes en el sector agrícola y ganadero, con advertencias emitidas por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural de Rosario (SRR). Se ha observado un impacto particularmente severo en los cultivos de trigo y la producción ganadera debido a la falta de lluvia.
CRA compartió imágenes alarmantes de campos en la provincia de Santa Fe que confirman los temores expresados por la Bolsa de Comercio de Rosario hace unos días. Los agricultores se ven obligados a abandonar lotes de trigo debido a la falta de agua, utilizando estos campos para alimentar a los animales en lugar de cultivar trigo.
La situación es desoladora en muchas áreas afectadas por la sequía. Un comunicado de CRA destacó la gravedad de la situación: "La sequía ya hace estragos en el trigo. Postales de una sequía eterna y animales que pastorean los cultivos, una vez más, una cosecha que no será lo que se viene anunciando. En Felicia, Santa Fe, el drama es día a día y la situación cada vez más delicada".
La Sociedad Rural de Rosario también emitió un comunicado en el que señaló que el campo "se ha quedado sin reservas de dinero y agua" y que en algunas regiones, la sequía ha persistido durante cuatro a seis años consecutivos. La falta de precipitaciones ha dejado a los suelos sin suficiente agua para mantener el potencial de los cultivos de invierno, lo que también limita la siembra de maíz.
Este año, los agricultores habían apostado por el cultivo de trigo como una forma de recuperarse de las pérdidas de cosechas anteriores y generar ingresos en diciembre. Sin embargo, la falta de lluvia continúa causando pérdidas productivas y económicas significativas. Además, la sequía amenaza con comprometer la siembra de soja si no se producen lluvias de manera inmediata.
La sequía no solo afecta a los cultivos, sino que también tiene un impacto severo en la ganadería. La falta de crecimiento en los pastos naturales, los niveles bajos de napas subterráneas y las lagunas secas han dejado a las vacas sin suficiente alimento, comprometiendo su futura reproducción y producción de carne.
La situación económica general del país, caracterizada por la inflación, la brecha cambiaria y la alta presión impositiva, ha agravado aún más la crisis en el sector agrícola. Los productores se enfrentan a desafíos económicos adicionales debido a la distorsión de precios y las intervenciones en los mercados.
La Sociedad Rural de Rosario hizo un llamado urgente a los candidatos presidenciales para que tomen conciencia de la situación crítica del sector agrícola y las economías regionales. Destacaron que este sector es fundamental para la economía argentina, ya que proporciona la mayoría de las divisas necesarias para el país.
En resumen, la sequía persistente está causando estragos en el campo argentino, afectando tanto a los cultivos como a la ganadería. La falta de lluvia, combinada con desafíos económicos, ha llevado a un llamado de atención sobre la necesidad de medidas urgentes para abordar esta crisis y proteger la base económica del país.