México enfrenta una crisis agrícola sin precedentes este año, con la mayor cantidad de hectáreas de cultivos perdidos registrada desde al menos 2018 debido a una sequía prolongada. Entre enero y septiembre de 2023, el país registró un total de 502,550.14 hectáreas que no lograron germinar, una cifra que es un 679.4% más alta que el año anterior, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Los estados más afectados son Chihuahua, Zacatecas y San Luis Potosí, que suman un total de 411,587.55 hectáreas perdidas. La falta de agua para riego es una de las principales causas de las afectaciones.
Los cultivos más afectados por esta sequía récord son el frijol, el maíz grano, la avena forrajera en verde, el maíz forrajero en verde y el sorgo en grano. Estos cultivos representan una parte significativa de la producción de alimentos en México.
El cultivo de frijol, en particular, ha sufrido una pérdida significativa, con 165,715.80 hectáreas afectadas durante este año. Esta situación podría tener un impacto en la seguridad alimentaria y los precios de los alimentos en el país.
Las autoridades han destacado que la producción de forraje, que también ha sufrido pérdidas considerables, depende en gran medida de las condiciones climáticas y del suelo, lo que puede variar según la ubicación geográfica y las prácticas ganaderas.
Esta sequía agrícola representa un gran desafío para los agricultores mexicanos y subraya la importancia de desarrollar estrategias de adaptación al cambio climático y la gestión sostenible de los recursos hídricos en el país. La incertidumbre persistente en torno a las lluvias y el clima está teniendo un impacto negativo en la agricultura mexicana, lo que resalta la necesidad de invertir en soluciones y políticas para mitigar el riesgo de sequía en el futuro.