La falta de agua amenaza la producción de trigo, carne vacuna y crudo, fundamentales para la economía de la región.
Ante este escenario crítico, Alberta ha iniciado negociaciones para compartir el agua entre los titulares de licencias por primera vez en dos décadas. La provincia, que depende principalmente del deshielo y las precipitaciones para su suministro de agua, ha mantenido un sistema de asignación de agua desde 1894, dando prioridad a aquellos con licencias más antiguas.
Las conversaciones sobre el uso compartido del agua destacan los retos que enfrentan las regiones ricas en recursos al adaptarse a los efectos del cambio climático, que se espera traiga más lluvia en lugar de nieve a Alberta, alterando el suministro de agua durante el verano.
La sequía podría resultar en caídas significativas en los rendimientos del trigo, y los productores de petróleo están desarrollando costosos planes de contingencia para almacenar y transportar agua a través de la provincia. Por su parte, los ganaderos, como Brad Deleeuw, enfrentan la difícil decisión de dar prioridad al riego del ganado sobre los cultivos, lo que probablemente reducirá los rendimientos.
Si la situación no mejora, se prevé que algunos productores deban importar alimento para ganado desde Estados Unidos a precios mucho más altos, lo que podría obligarlos a reducir el número de cabezas de ganado. Esta sequía ya ha contribuido a que la cabana de carne de Canadá alcance su nivel más bajo registrado, según Statistics Canada.
La escasez de agua también ha llevado a discusiones sin precedentes sobre el uso compartido del agua en Alberta, que podrían resultar en acuerdos voluntarios entre los principales consumidores para compartir el agua con otros usuarios río abajo.
La sequía ha afectado duramente a la agricultura, con reducciones significativas en los rendimientos de trigo y cebada. Las compañías petroleras, por su parte, podrían verse obligadas a suspender la perforación si los pozos se vuelven demasiado caros debido a la necesidad de trasladar o transportar agua.
Alberta se prepara para un futuro potencialmente más seco, invirtiendo 933 millones de dólares canadienses en la expansión del riego, una medida que también buscará reducir la evaporación al convertir canales abiertos en tuberías.
Este escenario subraya la importancia del agua para las industrias clave de Alberta, incluidas la agricultura y la producción de petróleo y gas, y pone de relieve la necesidad de adaptación y planificación ante el cambio climático y sus efectos sobre los recursos hídricos.