La sequía que afecta a más de la mitad del territorio nacional provocaría que los niveles de producción agropecuaria se ubiquen este año por debajo de la campaña 2021/2022 y del promedio de las últimas cinco campañas, especialmente de trigo.
Esa complejidad está dada por motivos climáticos, aumento de los precios de los insumos y políticas que, en conjunto, "modifican la decisión de los productores", según el informe.
Pero el prolongamiento del fenómeno "La Niña", que ocurre por tercera campaña consecutiva, "ha agravado aún más la situación dificultando el proceso de siembra, el desarrollo de los cultivos junto al área apta para cosechar, provocando caída en los rendimientos potenciales", alertó la Bolsa.
En ese sentido, puntualizó que la etapa productiva de los cultivos de invierno ya se encuentra definida y dada la sequía, los niveles de producción se ubicarían por debajo de la campaña anterior y del promedio de las últimas cinco campañas.
La sequía también afecta a los cultivos de verano por lo que el panorama de los próximos meses es aún incierto para la soja, el maíz y el girasol , agregó.
La Bolsa de Cereales señaló además que si bien se han registrado algunas lluvias en las zonas productoras durante las últimas semanas, fueron insuficientes, porque se ubican por debajo del promedio de los últimos años.
Así, la entidad reseñó que desde septiembre último los niveles de producción de cebada y trigo sufrieron recortes de 1,2 y 5,1 millones de toneladas respectivamente, concluyendo con una producción de 3,8 millones y 12,4 millones.
En términos generales, indicó que la ausencia de precipitaciones a lo largo de la campaña, junto a las reiteradas heladas en momentos críticos para la definición de los rendimientos, provocaron mermas y pérdidas de área cosechable: el Centro-Norte y Sur de Córdoba y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, son las regiones más afectadas.
Asimismo, durante el inicio de la implantación de trigo, la falta de humedad superficial sobre el centro-norte del área agrícola no permitió completar los planes de siembra, dejando fuera de la campaña 2022/23 unas 600.000 hectáreas de trigo concentradas, principalmente, sobre el NOA, NEA, Centro-Norte de Córdoba y Santa Fe y el Núcleo Norte.
La entidad advirtió que la caída de la producción de granos implica una reducción de las exportaciones, de la recaudación impositiva vinculada al sector y de su aporte al PBI.