Con el objetivo de fortalecer la regulación del uso de antimicrobianos en la producción agroalimentaria, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) aprobó la Resolución 80/2025, que establece nuevas normativas para la trazabilidad y prescripción de estos productos veterinarios.
La medida, publicada en el dia de hoy , refuerza el control sobre la comercialización y uso de productos que contengan fosfomicina y polimixina B, dos antibióticos utilizados en la producción animal. En este sentido, se establece la obligatoriedad de registrar estos productos en el Sistema de Trazabilidad de Productos Fitosanitarios y Veterinarios y se implementa la Receta Veterinaria Electrónica para su prescripción.
El SENASA destacó que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una amenaza mundial para la salud humana, animal y ambiental, y que la regulación del uso de estos fármacos es clave para garantizar la seguridad alimentaria y la inocuidad de los productos de origen animal.
La normativa se alinea con estándares internacionales promovidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que buscan reducir el uso indiscriminado de antimicrobianos para prevenir la proliferación de bacterias resistentes.
Entre las principales disposiciones de la Resolución 80/2025, se destacan:
Registro obligatorio de los productos veterinarios con derivados de fosfomicina y polimixina B en el sistema de trazabilidad del SENASA.
Implementación de la Receta Veterinaria Electrónica, que reemplaza el formato en papel y busca optimizar el control sobre la prescripción de estos medicamentos.
Restricciones a la comercialización y uso de estos antibióticos en animales productores de alimentos para consumo humano, en cumplimiento con las normativas de la Unión Europea y otros mercados internacionales.
Fiscalización y sanciones: el SENASA realizará inspecciones y auditorías para verificar el cumplimiento de la normativa, aplicando sanciones en caso de incumplimiento.
Con la puesta en marcha de estas regulaciones, el SENASA busca garantizar la calidad sanitaria de la producción agroalimentaria argentina y fortalecer la inserción de sus productos en mercados internacionales, donde la demanda de alimentos con certificaciones de inocuidad es cada vez mayor.