Semillas Plantae, un emprendimiento fundado por una enfermera, una antropóloga y dos músicos en Costa Rica, está revolucionando el sector agrícola con su oferta diversificada de 120 variedades de semillas de alimentos y flores. Esta iniciativa, que comenzó a fines de 2017 tras un curso en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), se especializa en la producción de semillas mediante procesos de agricultura orgánica.
Los fundadores, Gabriel Bravo y su esposa Jemima Picado, junto con Felicia Rodríguez y Diego Vargas, han establecido una red nacional para distribuir las semillas que producen. Su catálogo incluye productos únicos como tomate azul, berenjena dulce, frijol bicolor, y pepino sandía, entre otros.
Bravo, vocero de la empresa, destaca que el objetivo del proyecto es promover la conservación de la diversidad en la agricultura, ofreciendo variedades que desafían la estandarización predominante en el sector. Según Bravo, el 90% de su oferta consiste en variedades poco conocidas en Costa Rica, cada una con su propia historia cultural, social e histórica.
La empresa ha crecido significativamente, evolucionando de un emprendimiento a una microempresa con nueve empleados y una red de distribuidores nacionales. Durante la pandemia de covid-19, experimentaron un aumento en la demanda de huertos de autoconsumo, lo que impulsó aún más su crecimiento. En 2022, Semillas Plantae recibió financiamiento no reembolsable del programa Activa del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), que invirtieron en equipamiento.
Semillas Plantae está inscrita en la Oficina Nacional de Semillas y recibe asesoría del Centro para Investigaciones en Granos y Semillas (Cigras) de la Universidad de Costa Rica (UCR), asegurando la calidad y el impacto positivo de sus productos en la agricultura local.