En entrevista con Valor Agro, el director de Tardáguila Agromercados, Rafael Tardáguila, analizó la demanda y la oferta en el comercio global de la carne para este último tramo del 2024. Tardáguila señaló que siempre se generan expectativas durante el segundo semestre del año. Agosto, septiembre y octubre son meses en los que China suele demandar más volumen de carne vacuna.
Tardáguila explicó que Brasil y Argentina tienen mucha carne disponible para el mercado internacional. En el caso de Brasil, está culminando su fase de liquidación de hacienda con un saldo exportable récord de entre 220 y 230 mil toneladas en julio. Argentina, por su parte, enfrenta una menor faena y un mercado interno afectado por el ajuste económico del gobierno de Javier Milei, lo que resulta en un mayor saldo exportable. También Australia está incrementando su volumen de carne disponible para exportación.
Desde el lado de la oferta, hay bastante más carne. La buena noticia en estas últimas semanas es que ha habido cierto cambio de actitud en la demanda en China. Primero, se observó una mejor dinámica en el mercado interno del país asiático, en el que los distribuidores, traders y los importadores venden a los mercados mayoristas o minoristas.
Tardáguila destacó: "Ya se empezó a advertir cierto traslado de esa mejora al mercado de importación, y el producto emblemático que se comercia a China, que es el delantero en ocho cortes que le vende Brasil, mejoró. Subió de precio unos 300 a 400 dólares por tonelada, pasando de 4.000 a 4.600 dólares. Sigue siendo un valor que está lejos de lo que se tuvo hace un año atrás".
No obstante, Tardáguila explicó que no todos los importadores están comprando. Son los importadores más medianos y pequeños los que, de alguna manera, están especulando con una mejora del mercado interno y se están animando a pagar un poco más, lo que ha dado otra dinámica al mercado internacional en estos últimos 10 días.
Según Tardáguila, por ahora es algo incipiente, que tendrá que consolidarse en los próximos días o no. Esto debido a que en China se da cierto arranque, empuje en la demanda, que suele "quedarse quieta" de nuevo.
No obstante, "existe cierta mejora y una corrección al alza que hizo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en sus expectativas de importación. En la anterior proyección de abril, se preveía un descenso en el volumen importado respecto a 2023. Ahora prevén un aumento significativo a un nuevo récord de importación de carne bovina por parte de China de 3.900.000 toneladas, que son 450.000 toneladas más de lo que esperaban en abril".
Indicó que en este primer semestre del año, los países han diversificado sus exportaciones a otros destinos, porque China ya no acaparaba la amplísima mayoría de lo que se volcaba al mercado internacional, ya que los precios en China eran mucho más atractivos que cualquier otro destino.
Explicó que al ponerse China en un nivel similar a otros mercados, empiezan a salir carnes para otros destinos. Chile es uno de los casos, y Estados Unidos es el más relevante porque está con precios altos.
"Por el momento, los precios en China tampoco tienen un diferencial como cuando se llevaba el 70% de lo que se producía en la región, pero si se mantiene la tendencia, claro, los exportadores van a volver a enfocarse en China y quizás enviarán menos volúmenes a otros destinos", acotó.
Consultado si Estados Unidos concentrará en 2025 la demanda de productos cárnicos provenientes del Mercosur, sostuvo que el problema de ese destino para la región es que es un mercado "mucho más protegido que China".
Esto se debe a que tiene una cuota de 20.000 toneladas anuales con 0% de arancel. Después, hay que pagar un 26.4%, y Brasil y Paraguay trabajan con una cuota de terceros países y después pagan ese arancel. Mientras tanto, el impuesto de China es mucho más bajo, no tiene cuota y paga 12% de arancel por todo el producto que ingrese.
"Como región, deberíamos hacer un intento de mejorar las condiciones de acceso de nuestros principales productos al mercado de Estados Unidos", concluyó Tardáguila