Rusia ha decidido detener su participación en el acuerdo de exportación de granos a través del Mar Negro, un pacto de la ONU que permitía a Ucrania exportar cereales. Esto ha generado preocupación en países más pobres, ya que se teme que el aumento de precios dificulte el acceso a los alimentos.
El lunes, horas antes de esta decisión, una explosión dañó el puente que conecta a Rusia con Crimea, un evento calificado por Moscú como un ataque con drones marítimos ucranianos. Según Rusia, dos civiles murieron y su hija resultó herida, presentando el incidente como un ataque terrorista a un importante corredor vial utilizado por las tropas rusas en el conflicto en Ucrania.
El Kremlin afirmó que la decisión de suspender el acuerdo de granos no estaba relacionada con el ataque, sino con el incumplimiento de sus demandas para implementar un acuerdo paralelo que facilite las exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, señaló que la retirada de Rusia significa que también se termina el pacto relacionado para facilitar las exportaciones de granos y fertilizantes rusos.
El gobierno ruso manifestó que reconsideraría su decisión si se lograran "resultados concretos" respecto a sus demandas, aunque en el proceso, se revocarían las garantías para la seguridad de la navegación.
La suspensión del pacto puede tener un impacto significativo en los precios globales de alimentos, ya que tanto Ucrania como Rusia son importantes exportadores de granos y otros alimentos. Este tipo de interrupción podría llevar a un aumento de los precios alimentarios, especialmente en los países más pobres.
En el este de África, países como Somalia, Etiopía y Kenia enfrentan una grave sequía, y la interrupción del acuerdo de granos podría agravar aún más la situación para las comunidades afectadas por la escasez de alimentos.
Ucrania, por su parte, ha mencionado la posibilidad de reanudar las exportaciones de granos sin la participación de Rusia, buscando el apoyo de Turquía para sortear el bloqueo ruso impuesto el año pasado.
El ataque al puente que conecta Rusia con Crimea revela la vulnerabilidad de la infraestructura de Rusia en el Mar Negro frente a dispositivos como drones marítimos, lo que puede afectar directamente la capacidad de suministro de sus tropas en el sur de Ucrania.
El acuerdo de granos en el Mar Negro fue considerado crucial para evitar una emergencia alimentaria global cuando fue negociado por la ONU y Turquía el año pasado.
El aumento en los precios de los alimentos ya se ha manifestado, pero su impacto aún parece limitado. A pesar de esto, la comunidad internacional expresa su preocupación ante la posibilidad de una crisis de abastecimiento severa.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, quien fue el patrocinador del acuerdo de granos, afirmó que todavía cree que Putin desea continuar con el pacto.
Los países occidentales sostienen que Rusia intenta usar su influencia sobre el acuerdo de granos para debilitar las sanciones financieras, que no se aplican a las exportaciones agrícolas rusas.
Ante esta situación, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la suspensión del acuerdo de "movimiento cínico" y afirmó que la UE continuará buscando asegurar alimentos para los países más pobres.
En respuesta a la invasión rusa, la jefa de ayuda humanitaria de EE. UU., Samantha Power, anunció una asistencia humanitaria de más de $500 millones durante su visita a Ucrania, donde las Naciones Unidas informan que aproximadamente 17 millones de personas necesitan ayuda después de la invasión rusa.
Rusia ya ha amenazado con retirarse del acuerdo en tres ocasiones anteriores, aunque extendió su participación en el último año. Aun así, Rusia suspendió temporalmente su participación después de un ataque con drones marítimos ucranianos en octubre pasado, lo que llevó a que durante algunos días, Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas mantuvieran las exportaciones de granos sin la participación rusa.
Denys Marchuk, subdirector del Consejo Agrícola de Ucrania, la principal organización agroindustrial del país, mencionó que las exportaciones marítimas podrían continuar sin el acuerdo de Rusia, siempre y cuando haya garantías de seguridad por parte de sus socios. Sin embargo, la posibilidad de reanudar los envíos sin el aval de Rusia dependerá probablemente de las decisiones de las compañías aseguradoras, quienes están estudiando la situación para tomar una decisión respecto a la cobertura de seguros.
El ataque al puente de Crimea sigue a meses de ataques ucranianos a las líneas de suministro rusas, en el marco de la contraofensiva de Kyiv para expulsar a las fuerzas rusas de su territorio.