Desde 2006, un equipo de investigadores del INTA Reconquista (Santa Fe) lleva adelante un estudio de larga duración para evaluar el impacto de las rotaciones intensivas en siembra directa sobre la calidad y productividad de los suelos en ambientes subtropicales. Los resultados obtenidos hasta la fecha demuestran que incluir cultivos de cobertura en la rotación mejora la estructura del suelo, aporta nutrientes y favorece el rendimiento del algodón.
Según Luciano Mieres, investigador a cargo del ensayo, la intensificación de la rotación agrícola ayuda a reducir la erosión hídrica y eólica, al mismo tiempo que optimiza el uso de los recursos ambientales durante los meses de verano. Además, destacó la importancia de incluir maíz como antecesor del algodón, ya que deja un alto volumen de rastrojos, lo que permite la implementación de cultivos de cobertura otoñales para mejorar la conservación del suelo.
El ensayo del INTA evaluó, durante siete campañas consecutivas, dos sistemas de rotación diferentes:
Rotación convencional: maíz-algodón-soja en siembra directa.
Rotación intensificada: maíz + cultivo de cobertura-algodón-soja, incorporando distintos cultivos de cobertura cada campaña (trigo, avena strigosa, caupí, crotalaria júncea, crotalaria ochroleuca y mezclas de leguminosas).
Los análisis de suelo antes de la siembra del algodón revelaron incrementos significativos en los niveles de nitrógeno, fósforo y carbono orgánico, especialmente en los tratamientos donde se incorporaron cultivos de cobertura:
+29% de nitrógeno mineral disponible (NO) en los suelos con cultivos de cobertura leguminosos como caupí y crotalaria, en comparación con los manejados solo con maíz.
+7% de carbono orgánico en el suelo luego de la última campaña evaluada en 2023.
+20% de rendimiento en fibra de algodón cuando se aplicó fertilización inicial NP y se utilizó maíz con cultivos de cobertura como antecesor.
Los investigadores concluyen que la rotación con maíz y cultivos de cobertura leguminosos es una estrategia efectiva para mejorar la fertilidad del suelo y optimizar el rendimiento del algodón. Sin embargo, es fundamental que estas prácticas se complementen con un buen manejo del agua y ajustes en la fertilización nitrogenada.
"La intensificación de las secuencias de cultivos en el algodón es clave para sostener la producción en suelos vulnerables a la degradación. Además de mejorar la nutrición del cultivo, contribuye a la estabilidad del sistema productivo en el largo plazo", explicó Mieres.
Este estudio reafirma el rol fundamental de la agricultura regenerativa y la intensificación sostenible para mejorar la productividad del algodón sin comprometer la salud del suelo.