TTA-ISO ha presentado su innovador robot de cosecha de tomates, el primero de su tipo en ofrecer automatización completa en el proceso de recolección. Diseñado específicamente para cultivos de tomate, este robot utiliza inteligencia artificial (IA) para detectar la madurez de los frutos mediante el software de visión Robovision, lo que permite una cosecha más rápida y eficiente.
El robot también integra un sistema de navegación inteligente 3D, lo que asegura un movimiento preciso y optimizado a través de los invernaderos. Con una velocidad operativa de hasta 450 vides por hora, este sistema automatizado no solo mejora la velocidad de cosecha, sino que también protege el cultivo y reduce el riesgo de daños, mejorando la seguridad y la higiene del proceso.
Una de las grandes ventajas del robot de cosecha de TTA-ISO es la capacidad de automatizar las tareas intensivas en mano de obra. Un solo operador puede supervisar hasta seis unidades HVR (Harvesting Robot), lo que reduce significativamente los costos laborales y asegura una cosecha constante y confiable. Además, el sistema recopila datos en tiempo real, lo que permite a los productores ajustar sus estrategias de cosecha y optimizar la productividad.
La automatización también reduce el manejo manual de los tomates, lo que minimiza los riesgos de contaminación y mejora las normas de seguridad alimentaria, un aspecto clave para los invernaderos comerciales.
Aunque el robot de cosecha de tomates ha sido diseñado específicamente para este cultivo, TTA-ISO ya está considerando la posibilidad de adaptar esta tecnología a otros cultivos de invernadero en el futuro. Con la primera entrega programada para 2026, la compañía se encuentra en pleno proceso de perfeccionamiento de la tecnología para su implementación a gran escala.
El lanzamiento del robot de cosecha de tomates de TTA-ISO representa un paso importante hacia la automatización en la agricultura, prometiendo no solo mayor eficiencia y reducción de costos, sino también mejores estándares de seguridad alimentaria. Este avance podría transformar la forma en que los cultivos se cosechan, llevando a la industria agrícola hacia un futuro más sostenible y automatizado.