El robo de cosechas es un delito rural que genera grandes perjuicios tanto para el productor como para los cultivos. En la provincia de Mendoza, los casos se asocian a los frutos secos y cerezas.
Entre sus "atractivos" se encuentran el alto valor que ambos cultivos tienen por kilo, lo que genera que llevarse poco volumen sea rentable; y la falta de fiscalización y de control, especialmente en los frutos secos para los que no resulta obligatorio contar con el Documento de Traslado Vegetal (DTV), lo que facilita su llegada a partideros clandestinos que trabajan con la nuez para luego enviarla al mercado interno.
Al respecto, el comisario general Sergio Quiroz, jefe distrital V, que abarca Maipú, Luján y el corredor internacional, además de considerar clave saber el origen y el destino de la mercadería para que no se pierda en el camino, explicó que si bien es común ver el transporte de nueces, resulta difícil determinar si dicha mercadería es de origen legal o ilegal.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Frutos Secos de Mendoza, Francisco Arturo Soriano, comentó que existieron varios casos de robo en la cosecha de este año, especialmente en abril, en los cuales la policía investigó la procedencia de la mercadería.
En pos de combatir la inseguridad, Soriano detalló que desde el sector se encuentran trabajando en un mapa para el Ministerio de Seguridad que indica los caminos más importantes donde circula la mercadería y los caminos secundarios utilizados por los ladrones para evitar a la policía.
Asimismo, desde el organismo aseguraron que acompañarán con más presencia en la próxima temporada, mientras que el municipio de San Carlos buscará combatir la venta ilegal.
En lo que respecta al robo de cerezas, el presidente de la Cámara de Cereza de Mendoza, Diego Aguilar, señaló que los robos de cosecha suelen producirse en el Oasis Norte y en el Valle de Uco en menor medida. Si bien es preocupante la situación, también lo es el daño que le producen al cultivo, ya que al cortar una rama rompen el árbol, generando un costo importante.
Esto conlleva a que en épocas de cosecha se aumente el personal de seguridad y se mejoren los cercos perimetrales con alambres de púas y cámaras de seguridad, aunque durante el año también afrontan robos pero de cables y de tableros eléctricos.
Fuente: Diario BAE