El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó un informe con un recorte inesperado en la producción y stocks finales de soja, lo que generó una reacción alcista en el mercado de Chicago. Según Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, "en maíz también se esperaba una reducción de producción y stocks, pero el ajuste fue mayor al pronosticado". Esto impulsó los precios del cereal, que ya venían al alza.
En el mercado local, las subas externas impulsaron mejoras en los precios, pero las condiciones climáticas siguen siendo críticas. El clima seco y las temperaturas superiores a la media han afectado los cultivos, particularmente en el centro y sur del país.
Romano advierte que, si la sequía se prolonga, podría comprometer entre un 20% y un 30% de la producción nacional de soja, reduciendo las estimaciones actuales de 52 millones de toneladas a 36 millones de toneladas.
El maíz también en riesgo
Aunque el maíz temprano ya ha florecido, los cultivos de segunda, actualmente en desarrollo vegetativo, podrían mejorar si las lluvias llegan pronto. Sin embargo, los efectos de la sequía comienzan a sentirse también en este sector.
Precios y rentabilidad en jaque
Soja: A pesar de las subas, los precios locales no alcanzan niveles rentables. Según Romano, la soja no superó los 280 USD/tn, un valor insuficiente considerando las bajas proyecciones de rinde.Maíz: Los precios del maíz abril alcanzaron 185 USD/tn, mientras que el tardío superó los 177 USD/tn, lo que ofrece una mejor perspectiva de rentabilidad en comparación con la soja.En el caso del trigo, la comercialización sigue lenta, a pesar de la oportunidad que genera el aumento de precios en Rusia. El trigo argentino de mayo se ubica en torno a 290 USD/tn, aunque con una reducción en derechos de exportación sería difícil superar este valor.
El informe del USDA no presentó cambios significativos para el trigo. En el mercado global, la oferta rusa continúa descendiendo, lo que podría abrir espacio para el trigo argentino. Sin embargo, la acumulación de granos en acopios y la lenta comercialización preocupan al sector.
Por otro lado, los cultivos de invierno en Estados Unidos muestran una mejoría notable, lo que podría anticipar una buena cosecha en julio, ejerciendo presión sobre los precios internacionales.
La combinación de ajustes en los stocks estadounidenses y las condiciones climáticas adversas en Argentina genera un escenario incierto para los principales cultivos del país. Si bien los precios internacionales ofrecen oportunidades, la rentabilidad local está comprometida por los bajos rendimientos proyectados y la falta de certezas en el clima.
El mercado seguirá atento a las lluvias de fin de enero y los reportes del USDA, factores clave para definir el panorama agrícola en la región.