En trigo se registran especies de pulgones que afectan distintos órganos de la planta en diferentes momentos. En la región Pampeana, las más frecuentes son: "pulgón verde de los cereales" (Schizaphis graminum), "pulgón amarillo del trigo" (Metopolophium dirhodum) y "pulgón de la espiga del trigo" (Sitobion avenae). Generan daños directos, al succionar jugos y dañar tejidos vegetales, e indirectos debido a que algunas especies pueden ser vectores de virus.
Asimismo, quizás como consecuencia de cambios en el sistema productivo, se identificaron nuevas especies como Sipha maydis "pulgón negro de las gramíneas". En años o ambientes más secos, y durante todo el ciclo de la planta, también se suele observar Diuraphis noxia "pulgón ruso del trigo", un pulgón verde que se diferencia de los anteriores por presentar una prolongación abdominal que le da el aspecto de doble cola.
Foto. Pulgón de la espiga.
¿Cómo monitorear pulgones en trigo?
El momento crítico para comenzar a monitorear es la emergencia del cultivo, cuando las plántulas tienen escaso desarrollo y puede verse afectada su supervivencia. Debe tenerse en cuenta que el daño puede extenderse hasta la encañazón.
La Entomóloga de INTA Adriana Saluso aconseja revisar como mínimo 30 plantas al azar. En estado vegetativo el monitoreo debe concentrarse en ambas caras de las hojas, mientras que en reproductivo se recomienda observar hoja bandera y espigas. En ambos casos se debe contabilizar el número de individuos hallados.
Deberá evaluarse la presencia de insectos benéficos -como vaquitas predadoras y avispitas parasitoides - ya que son importantes enemigos naturales que regulan las poblaciones de pulgones contribuyendo al manejo integrado de la plaga.
Los umbrales de daño de referencia para los pulgones más frecuentes se muestran en la siguiente tabla.
Tabla. Niveles de acción para las principales especies de pulgones en trigo.