En primer lugar, De Benedictis explicó que recientemente el país ha experimentado el paso de un frente frío que dejó lluvias, aunque de manera desigual y con acumulados poco significativos en algunas regiones. A pesar de este evento, las perspectivas para lo que resta de septiembre apuntan a una continuidad de lluvias escasas y aisladas, sin grandes acumulados, con eventos puntuales y de bajo volumen de precipitación.
Mirando a mediano plazo, el meteorólogo subrayó la consolidación del fenómeno de La Niña. "Ya hemos hablado de este tema, y el pronóstico sigue firme: La Niña se afianzará entre octubre y noviembre, impactando de manera progresiva", afirmó. Sin embargo, advirtió que en octubre, el efecto directo del evento climático no será tan fuerte.
"Podríamos tener precipitaciones cercanas a los promedios para la época del año, especialmente en la franja central y norte del país", agregó. Aunque no se esperan lluvias destacables, los acumulados podrían aproximarse a los niveles normales.
De Benedictis precisó que este escenario aplica tanto a la zona central como al norte argentino. No obstante, aclaró que tras octubre, la influencia de La Niña se intensificará, afectando especialmente a la región este del país, donde se espera un déficit de lluvias.
Las áreas más afectadas incluirían el Litoral, la provincia de Buenos Aires, el centro-oeste de Córdoba, Santiago del Estero y gran parte del NEA. Por otro lado, destacó que las zonas del oeste del país, como Catamarca, Salta, Tucumán y la región cuyana, podrían beneficiarse con mayor humedad, en particular durante noviembre.
"La humedad se concentrará sobre el margen oeste, mientras que el este sufrirá déficit de lluvias", detalló. En cuanto a las temperaturas, el meteorólogo advirtió que el país está experimentando días inusualmente calurosos para esta época del año, con registros térmicos elevados debido a la persistencia de vientos del norte.
Esta tendencia, dijo, continuará en octubre y noviembre, lo que agravaría la situación si se combina con lluvias escasas.
"El balance sigue siendo negativo, y aunque el fenómeno de La Niña es más débil que en ocasiones anteriores, el panorama es complicado", concluyó. Pese a las malas perspectivas, De Benedictis señaló que la intensidad moderada de La Niña y su corta duración podrían ser "de los malos escenarios el mejor posible "