Con el comienzo de junio, damos paso al invierno climatológico, el trimestre que abarca los meses más fríos del año en Argentina: junio, julio y agosto.
El otoño climatológico (marzo-abril-mayo) que dejamos atrás se caracterizó, en líneas generales, por temperaturas por encima de lo normal y una lenta normalización de las precipitaciones, luego de una histórica sequía tras el verano extremadamente seco y caluroso.
Datos aún extraoficiales indican que la temperatura media del último trimestre habría superado el grado centígrado, posicionando al otoño 2023 en el podio de los otoños más calurosos en Argentina desde 1961, junto con los otoños de 2009 y 2015. La ola de calor que se produjo en los primeros 20 días de marzo fue crucial para este resultado, y los meses de abril y mayo se mantuvieron cálidos en general, sin destacadas irrupciones de frío como en años anteriores.
Al inicio del otoño, los suelos del país se encontraban en una situación deplorable en cuanto al almacenamiento de humedad. Solo una pequeña porción del sur de Buenos Aires logró terminar el verano con superávit, mientras que la sequía se intensificaba en gran parte de la zona agrícola más importante de Argentina.
Sin embargo, a medida que avanzaba el otoño, las lluvias fueron volviendo poco a poco, primero en el nor-noroeste argentino y luego en otras regiones como Córdoba, antes de entrar en la etapa seca del año en esa zona. Recientemente, la región núcleo, que era la más afectada y necesitada de agua, experimentó un cierre de mayo inesperado, con un evento extraordinario de lluvias generalizadas y abundantes que dejaron hasta 300 mm en algunos puntos del sur de Entre Ríos.
Mayo finalizó, entonces, con precipitaciones por encima de lo normal en la región núcleo, después de más de un año sin alcanzar esos niveles.
Ahora, mirando hacia adelante, el invierno climatológico se desarrollará en condiciones neutrales del fenómeno ENSO, pero con una tendencia hacia un eventual fenómeno de El Niño. Según las últimas actualizaciones, la probabilidad de que se produzca un evento de El Niño en los próximos meses roza el 90%, ya que las aguas del Pacífico ecuatorial continúan calentándose, según diversas proyecciones.
Este fenómeno será un importante modulador de las condiciones promedio en Argentina en términos de precipitaciones y temperaturas, favoreciendo la ocurrencia de lluvias normales o por encima de lo normal, así como temperaturas superiores a los promedios habituales en gran parte del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) expresa en su reciente actualización del Pronóstico Climático Trimestral la expectativa de un trimestre junio-julio-agosto con lluvias superiores a lo normal en el norte del Litoral, este de Buenos Aires y oeste de la Patagonia, y lluvias al menos normales en el resto del país (exceptuando las zonas de Cuyo y el NOA, que entran en su estación seca habitual).
Esto es un pronóstico alentador para que buena parte del centro del país y el Litoral sigan mejorando el estado general de los suelos durante la época más seca del año.
En cuanto a las temperaturas, el pronóstico oficial del SMN indica que se espera un invierno menos frío en general, con temperaturas por encima de lo normal tanto en el oeste (Cuyo y NOA) como en el este de Argentina (Buenos Aires, Capital Federal y el Litoral). La mayor parte de la Patagonia presentará temperaturas dentro de los parámetros normales, planteando incertidumbre sobre el desarrollo de la temporada de nieve en los centros turísticos de invierno, mientras que solo la porción sur patagónica experimentará un invierno más frío de lo habitual.