Los productores de trigo de Estados Unidos enfrentan un panorama sombrío debido a un exceso de oferta global que mantiene los precios bajos, complicando significativamente sus operaciones económicas. La situación actual es particularmente difícil para los cultivadores de trigo de invierno en las Grandes Llanuras, quienes podrían registrar pérdidas a pesar de una cosecha prometedora, tras tres años de rendimientos mermados por la sequía.
El precio del trigo en EE. UU. ha disminuido considerablemente debido a la abundancia de suministros económicos provenientes del Mar Negro y Europa, que han reabastecido las reservas mundiales de este cereal básico. Además, las copiosas cosechas de maíz a nivel mundial están presionando los precios de todos los cereales básicos. Se prevé que los ingresos agrícolas en EE. UU. sufran una caída drástica, lo que augura tiempos difíciles para las áreas rurales del país.
Chris Tanner, un agricultor de Kansas, indicó que necesitaría un rendimiento superior en aproximadamente 552 kilos por hectárea respecto al año pasado para solo alcanzar el punto de equilibrio. Las estimaciones de la Universidad Estatal de Kansas sugieren que los agricultores necesitarían un rendimiento de aproximadamente 3.657 kilos por hectárea a un precio de USD 6,26 por bushel (aproximadamente ARS 33.980 por tonelada) para no generar pérdidas, cifras que actualmente son difíciles de alcanzar.
El Consejo Internacional de Granos pronostica una cosecha mundial récord de cereales para la temporada comercial 2024-2025, lo que podría aumentar aún más la oferta global y presionar los precios a la baja.
Los productores estadounidenses están reduciendo costos donde pueden, recortando compras y reparaciones de equipos. A pesar de los bajos precios, muchos continúan plantando trigo como parte esencial de la rotación de cultivos, aunque el panorama no promete mejoras inmediatas.