La campaña agrícola de 2025 presenta un panorama mixto en Argentina, con el trigo marcando récords y otros cultivos enfrentando desafíos climáticos. Según el relevamiento realizado al 15 de enero, la producción nacional de trigo alcanzó las 18,6 millones de toneladas (MTn), superando en un 7% los resultados de la campaña anterior y en un 6% el promedio de los últimos cinco años. Este logro se sustentó en rindes superiores al promedio en el centro y sudoeste bonaerense, compensando menores resultados en otras regiones.
En contraste, las altas temperaturas y la falta de precipitaciones generan preocupación en los cultivos de verano. La soja, que cubre el 98,2% de las 18,4 millones de hectáreas (MHa) proyectadas, muestra un deterioro en sus condiciones. El índice de humedad óptima o adecuada cayó 17 puntos porcentuales (p.p.), afectando la condición de cultivo Normal/Buena, que disminuyó 10 p.p., dejando al 77% de las áreas en esta categoría. Las zonas críticas, como el Núcleo Sur y el oeste bonaerense, urgen lluvias para evitar mayores pérdidas en rendimiento.
La siembra de maíz, con destino a grano comercial, avanzó al 95,1% de las 6,6 MHa estimadas, mostrando un adelanto interanual del 2,4 p.p. No obstante, las condiciones hídricas también se deterioraron, con una reducción del 13 p.p. en los niveles óptimos o adecuados. Mientras tanto, los cultivos tardíos, que permanecen en estadios vegetativos, podrían beneficiarse de las lluvias pronosticadas.
Por su parte, el girasol registra avances marginales en la cosecha, alcanzando solo el 3,4% del área apta con un rinde promedio de 17,9 quintales por hectárea (qq/Ha). La mitad de los lotes están en plena floración, con un 54% bajo condiciones hídricas adecuadas o óptimas. Nuevas lluvias son esenciales para sostener el potencial de rendimiento en el sudoeste bonaerense.
En el caso del sorgo, la siembra avanzó 9 p.p. en las últimas dos semanas, alcanzando el 89,8% de la superficie proyectada de 1 MHa. Sin embargo, la presencia de plagas como el pulgón amarillo y el gusano cogollero agrava la situación, especialmente en el NEA y NOA.
Perspectivas:
El escenario actual resalta la necesidad de lluvias en los próximos días para revertir el impacto del déficit hídrico en los principales cultivos de verano. Aunque el trigo cerró con un balance positivo, el rendimiento de la soja, maíz, girasol y sorgo dependerá en gran medida de la evolución climática en las semanas venideras.