La falta de lluvias ha dejado los pastos marrones y secos, preocupando a productores, quienes describen la tierra como polvo. Con condiciones de sequía afectando la siembra y el crecimiento del pasto, los ganaderos temen el impacto a largo plazo en la primavera.
El informe del USDA muestra que el 49% de las condiciones de pasto en Tennessee son consideradas malas o muy malas. Aunque se registraron algunas lluvias recientes, muchos ganaderos no han experimentado alivio significativo. La sequía ha llevado a algunos a renunciar a la siembra de trigo de invierno y la resiembra de pastos este año, según el informe.
Los productores comentaron al equipo de Agrolatam que la sequía ha afectado la capacidad de mejorar sus pastos, y la imposibilidad de sembrar semillas para el futuro preocupa a los ganaderos. A pesar de cierta bendición con lluvias en julio, los productores enfrentan desafíos y reconocen que el uso de heno este año será costoso para su operación.
El climatólogo estatal asistente de la Oficina del Clima de Tennessee, William Tollefson, explica que la sequía excepcional ha impactado gran parte del estado, obligando a los ganaderos a alimentar con heno antes de lo previsto. Se espera que los patrones climáticos de El Niño afecten las condiciones, con precipitaciones superiores al promedio en el sur profundo y condiciones más secas de lo normal en el Medio Oeste.
A medida que Tennessee se enfrenta a un invierno potencialmente desafiante, la incertidumbre sobre las condiciones climáticas futuras agrega presión a los ganaderos para encontrar soluciones viables. La gestión cuidadosa de los recursos hídricos y forrajes se vuelve crucial en este escenario de sequía prolongada