Este fenómeno climático extremo ha llevado a los expertos del INTA a analizar la situación y ofrecer recomendaciones para mitigar el impacto en diversos cultivos y en la ganadería.
La Estación Experimental Agropecuaria Reconquista del INTA registró un acumulado de 961 milímetros en el período diciembre 2023 - enero 2024, marcando el binomio más húmedo en la historia. Miqueas Sandoval, del equipo de manejo de cultivos del INTA, destacó la gravedad de la situación en terrenos planos con drenaje insuficiente, especialmente aquellos que reciben agua de lluvias de zonas más altas.
En cuanto a los cultivos, el girasol se ha visto afectado por intensas lluvias en los últimos meses, impactando la fecundación de las flores y el llenado de granos. A pesar de los desafíos, más del 85 % de la superficie de girasol ya ha sido cosechada, aunque con rendimientos por debajo de la media histórica.
La siembra de algodón se redujo en un 45 % debido a las condiciones climáticas, y la siembra de soja enfrenta atrasos significativos, con menos del 30 % de avance. Luciano Mieres, especialista del INTA, sugiere siembras o resiembras a fines de enero o principios de febrero, siempre que las condiciones lo permitan.
Ana Brach del INTA aconseja evaluar la disponibilidad de fósforo y nitrógeno en los suelos post-anegamiento. Se recomienda reforzar la fertilización, especialmente en gramíneas y en el caso de la soja, un adecuado tratamiento de semillas con inoculantes biológicos y fungicidas.
En el cultivo de algodón, Antonela Cereijo del INTA explica que el exceso de agua y la poca incidencia solar pueden causar la pérdida de estructuras reproductivas y retrasar la madurez del cultivo. Se recomienda un monitoreo constante de plagas y el uso de reguladores de crecimiento.
En el sector ganadero, las lluvias han generado falta de sitios secos para el descanso del ganado, dificultades para el pastoreo y aumento de cuadros clínicos en la hacienda. Gabriel Lacelli, especialista en economía del INTA, enfatiza la importancia de priorizar categorías productivas como vacas y vaquillonas, así como extremar cuidados sanitarios para evitar enfermedades y mortandad.
Marcela Menicelli, especialista en ganadería del INTA, sugiere la necesidad de reservas forrajeras y la construcción de infraestructuras para la cosecha de agua, esenciales para afrontar períodos de escasez hídrica.