En los últimos cuatro meses, el valor del novillo en el mercado de Cañuelas ha registrado un incremento notable, superando en un 25% la inflación y alcanzando el promedio real de la última década. Este fenómeno responde a varios factores clave: el rezago que presentaba la carne frente a otros alimentos, la mejora en el poder adquisitivo de los salarios y el repunte de los precios internacionales. Sin embargo, existen elementos en el mercado que podrían actuar como freno para futuras subas.
Un mercado que despertó tras meses de estabilidad
Durante gran parte de 2024, los precios de la hacienda permanecieron estables en términos nominales, en un contexto donde la inflación seguía siendo elevada pero mostraba signos de desaceleración. A finales de octubre, el precio real del novillo había descendido más de la mitad desde su pico histórico de diciembre de 2023. No obstante, desde entonces, los valores iniciaron una escalada significativa.
En el lapso de cuatro meses, el precio de los novillos aumentó un 40%, mientras que los novillitos y vaquillonas tuvieron incrementos aún mayores, del 45% y 48%, respectivamente. Las vacas, por su parte, no reflejaron subas considerables, debido a su estacionalidad y dinámica específica dentro del mercado.
Si bien este crecimiento ha sido notable, no ha seguido una línea recta. Tras alcanzar un pico en la semana de Navidad, los valores experimentaron una leve caída hasta mediados de enero, momento en el cual retomaron la senda alcista, superando incluso los niveles de diciembre.
¿El precio actual es alto o bajo?
Determinar si los valores actuales de la hacienda son altos o bajos no es una tarea sencilla, dado que la economía argentina se caracteriza por su volatilidad y la intervención estatal en distintos mercados. Dependiendo del periodo de comparación elegido, los resultados pueden diferir considerablemente.
Durante la década pasada, entre 2016 y 2019, el precio del novillo se mantuvo en un promedio real de $2.300 (ajustado a valores actuales). A partir de 2020, se observó un incremento sostenido, interrumpido temporalmente en 2021 por restricciones a las exportaciones. Luego, el precio sufrió una brusca caída en los últimos tres trimestres de 2022, para posteriormente iniciar una nueva escalada que lo llevó a su récord histórico en diciembre de 2023.
En la actualidad, el precio real ha retornado al promedio de los últimos diez años. Esto significa que no puede considerarse excesivamente alto ni particularmente bajo, sino que se encuentra en un nivel intermedio, sin generar una señal clara para los productores en términos de rentabilidad y decisiones de inversión.
Impacto en el consumidor y comparación con otros alimentos
El precio de la carne al consumidor final también ha mostrado variaciones. Inicialmente, quedó retrasado respecto al abrupto aumento de la hacienda de diciembre de 2023, pero gradualmente recuperó terreno, permitiendo que el sector comercial ajustara sus precios en el punto de venta.
En comparación con otros alimentos, la carne estuvo rezagada frente a productos como pan, cereales, lácteos y aceites. Sin embargo, en los últimos meses logró igualarse a la canasta general de alimentos y a las verduras, aunque sigue por debajo de los productos mencionados anteriormente.
El rol del salario en la demanda de carne
La capacidad de compra de los consumidores es otro factor determinante en la dinámica del mercado. Entre enero de 2022 y julio de 2023, a pesar del deterioro económico, los salarios mantuvieron cierta estabilidad en términos reales. Sin embargo, entre julio de 2023 y febrero de 2024, el salario medio real sufrió una pérdida del 25%. Desde ese momento, ha mostrado una recuperación del 20%, aunque aún se encuentra un 10% por debajo de los niveles de referencia.
Si la tendencia de recuperación salarial se mantiene, es posible que la demanda de carne siga en aumento, generando presión alcista sobre los precios de la hacienda.
Panorama internacional y su impacto en Argentina
En el plano global, el mercado de la carne experimentó una caída de precios sostenida durante 2023 y parte de 2024, tras los valores récord de mediados de 2022. No obstante, en el último trimestre del año pasado comenzaron a observarse signos de recuperación en las cotizaciones internacionales.
Las proyecciones indican que tanto Estados Unidos como Brasil, dos grandes jugadores en la exportación de carne, podrían enfrentar una menor oferta, lo que contribuiría a una mejora en los precios internacionales. Para Argentina, esto podría significar una mayor competitividad en las exportaciones y un nuevo factor de presión alcista en el mercado local.
Perspectivas a futuro
El incremento del 40% en los precios de la hacienda en el último trimestre fue significativo, especialmente considerando la desaceleración inflacionaria. Sin embargo, este aumento sólo ha servido para ubicar al mercado en un nivel intermedio dentro de su histórico.
De cara al futuro, los factores que podrían sostener la tendencia alcista incluyen una mayor recuperación salarial, posibles cambios en la política impositiva de exportación y la evolución favorable de los precios internacionales. Por otro lado, la reciente fase de mayor faena podría actuar como contrapeso, moderando nuevos incrementos.
En definitiva, el precio de la hacienda seguirá condicionado por la interacción entre la oferta y la demanda, en un mercado que, aunque volátil, parece estar encontrando un punto de equilibrio tras los vaivenes de los últimos años