En un reciente informe de la Fundación Mediterránea, se destaca que el sector agropecuario podría ser uno de los principales beneficiados de una reactivación del mercado financiero con tasas de interés reducidas. Según el análisis del IERAL, el agro, junto con la industria y el comercio, son los sectores más intensivos en capital de trabajo y, por tanto, los que más capitalizarían esta oportunidad.
Jorge Day, economista de la entidad, subrayó la importancia de la estabilización de precios y el logro de un equilibrio fiscal sustentable por parte del gobierno para incrementar la oferta de créditos bancarios al sector privado. Sin embargo, mencionó que en el actual escenario recesivo, la demanda de créditos no se incrementará hasta que se observe un repunte en la actividad económica.
En comparación internacional, se señala que Argentina utiliza solo un 7% de su PBI en financiación bancaria, notablemente menos que países como Chile, que asigna un 84%. En 2023, el agro fue el sector que más créditos tomó en relación a su PBI, con un 15%, destacándose sobre otros sectores como el financiero.
El informe también revela que, aunque el sector industrial lidera en términos de financiamiento sectorial con un 26%, el agro ocupa un importante segundo lugar con el 18% de los créditos otorgados a empresas. Estas cifras muestran la dependencia del agro en la financiación para su operación y desarrollo.
Day anticipa que, si las políticas económicas actuales fructifican, habrá una mayor oferta de crédito bancario, aunque queda la duda sobre si esto se traducirá en una mayor demanda. Advierte que la recuperación económica será gradual y que el contexto externo actual no ofrece el mismo impulso que en períodos anteriores, como el experimentado en 2003. Además, menciona que no se espera un impulso fiscal significativo debido a la política gubernamental de sanear las finanzas públicas.