Con el contrato de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de los Estados Unidos cerca de expirar, crecen las preocupaciones sobre una posible huelga portuaria que afectaría el transporte de productos agrícolas. Esta paralización podría tener un impacto significativo en exportaciones clave como carne refrigerada, productos ganaderos y agrícolas enviados en contenedores.
Según analistas, aunque las exportaciones de granos a granel, como maíz y soja, no se verían directamente afectadas debido a acuerdos laborales distintos en esas instalaciones, los productos agrícolas en contenedores sí enfrentarían interrupciones. Esto incluye derivados de soja, carne congelada y huevos, sectores críticos para la economía agrícola estadounidense.
Además, expertos señalan que los efectos indirectos de una huelga podrían impactar a los productores de granos debido a la interdependencia con la industria ganadera. Durante 2024, los puertos de la costa este y del Golfo representaron el 44% de las exportaciones de carne de cerdo y el 29% de carne de res por vía marítima. Puertos clave como Nueva York/Nueva Jersey y Houston desempeñan un papel central en estas operaciones.
Navieras como AP Moller-Maersk ya han solicitado a sus clientes retirar contenedores antes del 15 de enero para evitar interrupciones. Por su parte, los exportadores están evaluando planes de contingencia, incluyendo redirigir productos congelados hacia la costa oeste, aunque esto supone costos adicionales y desafíos logísticos.
El apoyo del presidente electo Donald Trump a la postura de la ILA contra la automatización en puertos ha complicado las negociaciones. Aunque esto ha reforzado la posición del sindicato, aún no se ha alcanzado un nuevo contrato, y los puntos clave que motivaron la huelga de octubre permanecen sin resolverse.
Joe Schuele, de la Federación de Exportadores de Carne de EE. UU., advierte que un cierre portuario podría interrumpir más de $100 millones en exportaciones de carne de res y cerdo semanalmente. "Mantener los puertos abiertos es crucial para la economía agrícola en su conjunto", destacó.
A medida que se acerca la fecha límite, la incertidumbre continúa. Una posible huelga no solo pone en riesgo el comercio agrícola, sino que también podría tener un efecto dominó en los mercados globales.