.La SRA se creó un día como hoy, pero de 1866, con el objetivo de potenciar la actividad ganadera.
Esta fecha reconoce y estimula la cría de ganado con fines comerciales, incluyendo la obtención de productos como carne, leche, lana y huevos.
La ganadería, junto con la agricultura, ha sido practicada por la humanidad desde sus comienzos.
La ganadería fundamental para Argentina
La ganadería es una actividad clave para el desarrollo económico argentino, y su historia se remonta a la llegada de colonos europeos que trajeron consigo animales como ovejas, cabras, vacas y caballos.
Estos animales encontraron en la pampa argentina un lugar propicio para desarrollarse y reproducirse. Aunque la crianza vacuna es la más común, también se dedican a la crianza ovina y caprina
. La ganadería es una actividad que consiste en la cría, tratamiento y reproducción de animales domésticos con fines de producción y es un factor clave para el desarrollo de la agricultura. Según datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), dentro de su cadena ganadera, Argentina cuenta actualmente con una existencia de 52.516.535 bovinos y bubalinos, 12.442.084 ovinos, 6.115.713 porcinos, 4.122.128 caprinos, 2.695.854 equinos y 286.105 camélidos.
El Senasa promueve el bienestar animal -en su rol de ejecutor de las políticas nacionales en materia de sanidad y calidad animal- como un valor esencial que debe fortalecerse de manera integral a lo largo de la cadena ganadera, de manera tal de minimizar los problemas, salvaguardar la inversión y propiciar el desarrollo sostenible de cada actividad, atendiendo además la demanda del público y del sector productivo.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el bienestar animal puede definirse como el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere. Este concepto representa el modo en que un animal afronta las condiciones de su entorno a través de 4 dominios físicos (nutrición, medio ambiente, salud y comportamiento) los cuales llevan al quinto dominio (el estado mental o afectivo). En este sentido, es clave considerar las prácticas que promuevan el bienestar animal durante la cría, engorde, transporte, comercialización y faena de los animales destinados a la producción de carne, hasta las prácticas de ordeñe o esquila en animales destinados a la producción de leche o lana.