Cuenta con un precio interesante, retenciones inferiores a las de la soja y una bonificación por materia grasa para nada despreciable. El juego en la porción sur del país productivo se completa con los rindes; se necesita evaluar cuánto puede ofrecer el poroto en segunda siembra para saber qué chances tiene el girasol detrás de la fina. Claro, ese sur productivo no es homogéneo y en algún caso surgen inconvenientes para este cultivo.
Esteban Bilbao es un reconocido asesor del sudeste bonaerense y define con precisión el es cenario de la porción costera. "El rinde esperado puede estar en 1.300 kg/ha, con un 15 % de bonificación por materia grasa (MG) versus una soja de 1.500 kg/ha. Eso sí, cuando el rendimiento de la soja se dispara arriba de los 2.000 kg/ha, el girasol no la sigue. Con los precios actuales el girasol de segunda se pone interesante (margen muy superior al de soja), el problema pasa por la rotación y por conseguir híbridos (están agotados) con buen comportamiento, tanto en rinde como en MG, estabilidad y nivel sanitario". El punto es que en esta zona se hace mucho girasol de primera, de ahí que sumar más girasol a la rotación no parece ser lo ideal por cuestiones ligadas a las enfermedades, en especial phomopsis. Esta dolencia tiene a todos sumamente preocupados, pero la superficie de girasol de primera se ha mantenido, ya que es un cultivo muy importante.
"¿Dónde entraría el girasol de segunda?
En ambientes más restrictivos en los que la oleaginosa de verano es la soja", reconoce Bilbao. Eso sí, el girasol de segunda saca ventajas en las siembras de enero, cuando el potencial promedio para la soja de segunda se hace muy bajo.
"Generalmente se trata de lotes de trigo que se cosecharon más tarde; el punto es que esta vez hay mucha más cebada que trigo en la zona. Y no hay tanto maíz de primera, lo que torna ideal sembrarlo detrás de la cebada.
Por lo demás hay muy poca soja de primera y no molesta abundar con el poroto en la siembra de segunda. Conviene poner todo en la balanza para decidir".
En cuanto a los tips de cultivo para el girasol de segunda, Bilbao elige como antecesor, al trigo antes que a la cebada, y previamente al trigo es importante no haber hecho girasol; tampoco es recomendable ir a un girasol de primera en la campaña siguiente (ideal soja o maíz CL). Respecto de la genética, se aconseja un híbrido de ciclo intermedio-largo (Syn 3970 CL u otro), con 45.000 plantas sembradas (35.000 a 40.000 en suelos con tosca) entre el 28 de diciembre y el 14 de enero, usando barrerrastrojos. La idea es ubicar la floración en torno al 15 de marzo (70 dds).
El girasol de segunda requiere 40 a 60 kg/ha de DAP, con una respuesta esperable en 300 a 400 kg/ha. Tras la cosecha de la fina hay en general unos 20 kg/ha de nitrógeno (N); dependiendo del Nan, se sugiere aplicar entre 60 y 100 kg/ ha de urea (se apunta a 60-X), siempre hablando de urea incorporada, de lo contrario hay que sumar las ineficiencias. Los herbicidas para el cultivo involucran el uso de glifosato en presiembra o preemergencia (se podría sumar flurocloridona, 1 l/ha para Sonchus y crucíferas), y el específico para CL aproximadamente el 20 de enero.
La presencia de yuyo colorado exigirá un tratamiento diferenciado. Y si hay muchos nacimientos de guachos de la fina, habrá que recurrir luego a un graminicida. Entre los factores bióticos, considerar la mosquita del capítulo (Melanagromyza minimoides): la idea es aplicar en R4, con 0,5 moscas por capítulo como umbral. Paralelamente, ponderar el riesgo de Sclerotinia, Cancro (Phomopsis) y Alternaria.
IMPRONTA CONTINENTAL
Fernando Ross es integrante de la Chacra Barrow, en las proximidades de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires. Enseguida diferencia su zona: "En nuestra región se observa alguna presencia de phomopsis, pero no mucho más, y el girasol de segunda es atractivo de Tres Arroyos hacia la zona de Dorrego, más seca. Se lo busca por una cuestión de buenos números. Una soja de segunda que en nuestra zona rinde entre 600 y 1.500 kg; está muy cerca de la indiferencia y conlleva todas las chances de perder. En cambio el girasol tiene un precio relativo muy superior y con 800-900 kilos se cubren los costos".
En los ensayos, la soja de segunda supera en 300-400 kg al girasol de segunda, pero estas últimas campañas el poroto no está recibiendo las lluvias que necesita a fines de febrero-marzo, lo que hace que redondee un mal número, y eso está alejando a los productores de este cultivo. Es cierto que la necesidad de fósforo (P) y N a la siembra es un costo extra para el girasol frente a la soja de segunda, que muchas veces se hace sin aporte de nutrientes.
El mejor antecesor es el trigo; el guacho de cebada tiene un pulso de nacimiento muy intenso y genera un estrés letal para el girasol de segunda, por lo cual exige un monitoreo permanente o directamente obviarla como antecesor.
"Mucho cuidado con la residualidad de herbicidas cuando el cultivo viene de cebada, y jamás pierda de vista a Sclerotinia y/o las podredumbres (cosechar más húmedo si es necesario)", aconseja Ross.
En fechas de diciembre la soja supera al girasol, pero la historia cambia a partir de inicios de enero. El panorama se revierte totalmente, la soja pierde mucho terreno y el girasol abrocha rendimientos muy competitivos en relación al poroto, y también mejora el contenido de MG. "Con manejo -fechas de siembra (FS) y largo del ciclo- tenemos que programar la floración a principios de marzo. Los ciclos intermedios a largos han mostrado mejor comportamiento", sostiene el especialista. No olvide evaluar el periodo entre que ingresó en madurez la fina previa y el momento en que se tiene que sembrar el girasol. "Si se cosechó la fina, estamos en enero y llovió solo 20 mm, ¿vale la pena sembrar girasol? En cambio, si en ese minibarchecho el lote acumuló al menos 70 mm, hay muchas chances de tener un cultivo exitoso. En soja toda su fenología se desplaza hacia atrás esperando una lluvia, pero el girasol es muy estricto en ese sentido, acumula la temperatura necesaria, florece y termina pareciéndose a una margarita".
Además de los barrerrastrojos, en la siembra se aconseja emplear una máquina que tenga la posibilidad de poner P y N al costado de la línea para potenciar el arranque del cultivo. En cuanto a la densidad, Ross entiende que con 37-38 mil plantas a cosecha estaremos dentro del óptimo; para un ciclo corto hay que pensar en 40-42 mil plantas.
OESTE ARENOSO
Agustín Giorno, del Grupo de Experimentación del Sudoeste (GEASO) de CREA, describe los ensayos sobre los que han estado trabajando en la Región CREA Oeste Arenoso en referencia al girasol de segunda. Probaron Nusol 4170 y Syn 3970; el segundo generó diferencias significativas. Y trabajaron 3 densidades: 3.5 sem./m2, 5.0 sem./m2 y 6.3 sem/m2. Los rendimientos oscilaron entre 15 y 18 qq/ha con mucha variabilidad dentro de cada densidad, básicamente por el factor fertilización, además del híbrido. Se encontraron con una enorme diferencia entre no aplicar nada después de la fina y hacer un aporte creciente de N, con urea incorporada previa a la siembra. De hecho hallaron un muy fuerte efecto hasta los 110 kg de N; se llegan a explorar rendimientos cercanos a los 20 qq/ ha, más un 20 % de bonificación por materia grasa (MG). "Pensar en plantear un girasol de segunda no es descabellado, lo que es descabellado es intentar hacerlo sin un buen nivel de fertilización nitrogenada", advierte Giorno.
El incremento en el aporte de N, sobre todo en baja densidad, arrojó un contenido de MG superior incluso al de los girasoles sembrados en fecha temprana. De hecho el porcentaje de MG se movió mucho más entre dosis de N que entre densidades. El girasol de segunda mostró muy buen comportamiento, sobre todo con buena dotación de N en baja densidad (3.5 pl/ m2 ).
¿Qué tendría que pasar para que un girasol de segunda sea competitivo con la soja de segunda en el oeste? Tiene que rendir un 70% de los kg/ha que logra el poroto, más un 10-30 % de diferencia de precio a favor del girasol. "Vale la pena considerarlo, porque ocurrió en el ensayo y esa diferencia de precios ya ha sido superada", concluye Giorno