Rosario, jueves 4 de abril de 2024 - Argentina atraviesa el peor brote de dengue desde que se tiene registro, con 129 muertos y al menos algo más de 180 mil casos denunciados. Desde la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCA), ofrecemos nuestros aviones para que el dengue deje de ser un problema sin solución en todo el territorio nacional.
Es fundamental unir esfuerzos para reducir la propagación de la enfermedad, y la pulverización aérea realizada por equipos y pilotos agrícolas es una de las estrategias más efectivas. No solo disponemos de nuestros aviones, sino que también tenemos conocimiento y experiencia para asegurar que, a través de la pulverización aérea, el mosquito transmisor del dengue puede ser eliminado. Además, los productos que utilizamos para aplicar sobre zonas urbanas están aprobados por la ANMAT.
Un programa integrado
Desde FeArCA, hemos estado en contacto con aeroaplicadores de Brasil, Cuba y Estados Unidos, quienes nos han compartido sus experiencias. "Debe ser un programa integrado que incluya control de larvas, control de adultos y aplicación con máquinas de humo en las calles", explicó el asesor estadounidense Alan McCracken, quien también participó en la aplicación en Brasil en la década del 70 contra la encefalomielitis equina.
Michael Parker, aeroaplicador de Estados Unidos con más de nueve años de experiencia en el control de mosquitos, señaló que "la principal ventaja del uso de aviones es la velocidad y la superficie que pueden cubrir en poco tiempo", y agregó que también utilizan el apoyo terrestre para controlar mosquitos.
Además, Parker destacó que realizan las aplicaciones durante la tarde-noche, logrando pulverizar múltiples ciudades, volando a una altura de 300 pies. "Durante una tarde-noche, cubrimos más de 10 mil hectáreas en tres regiones distintas", dijo.
Por su parte, Julio Kampf, Presidente del Instituto Brasilero de Aviación Agrícola (IBRAVAG) y miembro del Sindicato Nacional de Empresas de Aviación Agrícola (SINDAG), trabaja en el proyecto de control del mosquito en Brasil desde 2004. Kampf informó que un estudio realizado después de las aplicaciones aéreas arrojó que "en un área peridomiciliaria se logró el 94% de eliminación de mosquitos tres horas después de la aplicación, y en las áreas intradomiciliarias, después de 24 horas, se eliminó el 91%", y sostuvo que "el mosquito Aedes Aegypti experimentó una reducción del 90,6% después de tres horas de aplicación. Con la aplicación de larvicida, el resultado es del 100%".
Es importante destacar que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina tiene varios productos aprobados para la aplicación contra el mosquito. Augusto Piazza, Asesor Fitosanitario, especificó que para el uso dentro de la casa se recomienda deltametrina, tetrametrina y permetrina, así como mezclas de las tres. "Para uso profesional, la ANMAT ha aprobado deltametrina, tetrametrina, permetrina y Bacillus thuringiensis, que es un producto insecticida y larvicida", explicó Piazza.
"Es una pulverización totalmente diferente a la que se hace en el campo, es una pulverización que, si se hace bien, no deberíamos ni ver una gota", afirmó Juan Molina, Secretario de FeArCA y Titular de Grupo APC. Además, Molina destacó: "Queremos encontrar una solución que tenga un menor impacto ambiental porque es un tema que nos afecta a todos".
Caso de éxito: Cuba erradicó el dengue con aviones
Durante el año 2002, Cuba logró erradicar el dengue después de una campaña de 75 días que movilizó a todo el pueblo. Se llevaron a cabo pulverizaciones aéreas y visitas casa por casa, se distribuyeron tanques de agua y se difundieron medidas de higiene. Con una inversión de 12 millones de dólares, la intensa campaña involucró a estudiantes, obreros, científicos, soldados y vecinos, y más de 1300 funcionarios dedicados a tiempo completo.
Llegando a un récord histórico de casos de dengue, FeArCA llama a que tanto el gobierno nacional como así también los gobiernos provinciales tengan en cuenta los aviones agrícolas para terminar con esta epidemia que está colapsando los sistemas de salud.