El ambientalista dinamarqués Bjorn Lomborg advirtió hoy que el cambio climático "es un problema" pero rechazó los "mensajes alarmistas" al asegurar que "no significa el fin del mundo".
"A los niños tenemos que decirles que hay un cambio climático pero que también hay una solución", planteó al disertar en el Foro "Renacer de la libertad en la Argentina y el mundo", organizado por la Fundación Libertad y Progreso en el Hotel Hilton de Buenos Aires.
Lomborg, representante del Consenso de Copenhague, compartió el panel con el integrante del Cato Institute, Marian Tupy, quien aseguró que una de las "amenazas al liberalismo" en la actualidad es el movimiento que denominó "ambientalismo extremo", junto al populismo, el posmodernismo y el fundamentalismo religioso.
"Si quieren saber quiénes son los responsables del cambio climático, fíjense quiénes fueron los que se opusieron en la década del '70 al desarrollo de la energía nuclear", manifestó.
En ese sentido, refutó la teoría que plantea que la sobrepoblación y el sobreconsumo constituyen una amenaza al bienestar y a la propia supervivencia de la humanidad.
"Esa teoría es incorrecta, porque los recursos son más abundantes y no a pesar del crecimiento de la población, sino debido a la creación de conocimiento por parte de esa población", adujo.
Tupy comparó la situación de la Argentina y mencionó que entre 2018 y 2023 tuvo una evolución inversa a la del resto del mundo, ya que a pesar de la abundancia global, los habitantes del país "fueron un 13% más pobres en su acceso a recursos de lo que era en 1980".
"Es la primera vez que vemos una evolución negativa y puede ser la razón por la que el presidente (Javier) Milei fue elegido", acotó.
Por su parte, Lomborg aseguró que "los hechos contradicen los mitos que están circulando" y aseveró que las estadísticas dejan en evidencia que los incendios de bosques y las muertes por cambio climático son hoy sustancialmente inferiores que hace un siglo.
"No va a terminar el mundo, hay que detener estos mensajes alarmistas", señaló, además de plantear la mala asignación de recursos para hacer frente al cambio climático, con gastos de "billones de dólares".