El resultado del mes pasado se balanceó entre una baja de tres puntos en el valor de Australia y subas de distinta intensidad en los valores de exportación de Estados Unidos y Brasil.
El precio de los principales cuatro tipos de carnes se sostuvo en mayo en el nivel récord alcanzado en abril. Lo mismo sucedió en el caso de la carne vacuna, la que más ha aumentado desde la base de 2014-2016.
La FAO elabora un índice mundial de precios de alimentos, conformado por los valores FOB de cinco grupos de productos (cereales, oleaginosas, carnes, lácteos y azúcar). Para cada subíndice se toman los valores de las exportaciones de productos/mercados seleccionados.
En el caso de las carnes vacunas toman el promedio FOB de la carne manufactura australiana y del total de las ventas al exterior de EE.UU. y de Brasil.
El índice correspondiente a mayo fue casi idéntico al de abril, que había marcado un récord absoluto. Fue la resultante de una baja de 3% en el valor de Australia, un aumento inferior a un punto de la carne norteamericana y de casi 3% en la brasileña.
El índice correspondiente a las cuatro carnes fue de 122 mientras que el de la carne vacuna fue de 138.
Los dos gráficos siguientes muestran la evolución mensual durante 2018 a 2021 y en estos primeros cinco meses transcurridos del corriente del conjunto de las carnes y de las bovinas, respectivamente.
El índice de la carne vacuna en el primer trimestre superó en 30% al del período comparable de 2021. En abril lo hizo en 25% y en mayo en 20%, resultados decrecientes a causa del mayor nivel que iba logrando un año atrás.
Mientras que el precio se mantuvo dentro de un segmento limitado entre 2018 y 2020, en el gráfico se aprecia que en abril del año pasado comenzó a recalentarse, lo que se mantiene en el presente.
Claramente surge de aquí que la invasión rusa de Ucrania no es la causante de esta situación, ni mucho menos.