Un ensayo experimental realizado por el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, en la provincia de Buenos Aires, determinó el efecto tóxico y letal del insecto conocido como el siete de oro, que fue involucrado como causal de muerte en bovinos, ovinos y equinos durante el último verano. Mientras tanto, se informó que avanzan los estudios para tratar de establecer el principio tóxico, las dosis letales y el tiempo de duración de la toxicidad en forrajes conservados.
Hay que recordar que el siete de oro, es un insecto nativo de la Argentina y de color amarillo, que frente a los cambios en el clima de los últimos meses registró un aumento y concentración especialmente en alfalfas en floración, que se utilizan como recursos forrajeros.
Según comentaron diferentes especialistas, las condiciones climáticas adversas de los últimos meses afectaron a los cultivos de la región y podrían haber provocado que el insecto se concentrara en los espacios con presencia de flores. Y ante la aparición de casos, especialmente durante enero y febrero pasado, de decaimiento, diarrea severa, cólicos y hasta muerte súbita, el INTA decidió estudiar la problemática. Los principales casos se registraron en el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe y Córdoba.
Al respecto, Juan García, patólogo veterinario del Grupo de Sanidad Animal del INTA, señaló que "en el examen post mortem de los casos naturales de bovinos, observamos lesiones gastrointestinales severas y presencia del insecto en contenido ruminal, compatibles con los signos de decaimiento, diarrea severa (con y sin sangre), debilidad y muerte súbita observados en los animales que habían consumido alfalfa con elevada cantidad del insecto en las inflorescencias. Luego lo corroboramos histopatológicamente como enteritis necrofibrinosa".
En un comunicado de prensa, el INTA recordó que el único reporte de intoxicación con siete de oro es de 1972. Por tal motivo "se realizó los estudios para confirmar o rechazar la sospecha. Para eso, el primer paso fue un ensayo en cobayos y luego en ovinos siguiendo los procedimientos experimentales-con previo aval del Comité Institucional para el Cuidado y Uso de Animales de Experimentación del INTA. Mediante los ensayos se corroboró toxicidad en ambos modelos animales con lesiones intestinales severas, con mayor afección del intestino delgado, presentando enrojecimiento generalizado y fibrina adherida. De igual manera se corroboró microscópicamente como enteritis necrofibrinosa compatible con los hallazgos en los bovinos de los casos naturales".
Alerta sanitaria
Frente a la problemática que se enfrenta desde el INTA Balcarce anunciaron que mantienen la alerta sanitaria y recomendaron "evitar o minimizar el consumo de forrajes con elevada concentración de siete de oro, mediante el monitoreo constante de las pasturas antes del ingreso de los animales y durante el pastoreo. Pastorear frecuentemente las pasturas de alfalfa (20-30 días entre pastoreos en verano) para evitar presencia de inflorescencias (flores) que son las que atraen al siete de oro, entre otras medidas".
"Ahora, vamos a avanzar con el desarrollo de los estudios experimentales para tratar de corroborar si el insecto mantiene la toxicidad aún seco y en el tiempo, siendo un posible riesgo de intoxicación en forrajeras conservados", agregó Germán Cantón, coordinador de la Red de Laboratorios de Diagnóstico Veterinario de INTA, quien además resaltó que ahora se realizarán los estudios toxicológicos para tratar de establecer dosis letales y tiempo de duración de la toxicidad.