Por su gran aporte proteico, Lotus tenuis es una leguminosa ampliamente empleada como forraje del ganado de cría. Ahora, investigadores argentinos del CONICET, la UBA, la UCA y del Instituto Leloir, comprobaron que los suelos salinos tienen un efecto "ambivalente" sobre ese cultivo: hacen que pierda masa, pero incrementan su digestibilidad o facilidad de absorción de sus nutrientes en el tracto digestivo de los animales.
"Nuestro estudio logró identificar cambios que el estrés de los suelos salinos produce en las paredes celulares de Lotus tenuis, lo cual guarda relación con su digestibilidad. Este conocimiento puede ser útil para entrecruzar las mejores variedades y desarrollar leguminosas de mayor digestibilidad", indicó a la Agencia CyTA-Leloir Marina Ciancia, doctora en Química e investigadora del Centro de Investigación de Hidratos de Carbono (CIHIDECAR) que depende del CONICET y de la Facultad de Agronomía de la UBA.
Lotus tenuis es una especie ampliamente presente en los suelos bajos salinos de la Cuenca del Salado o Pampa inundable (centro-este de la provincia de Buenos Aires) que es una de las principales zonas de ganado de cría de la Argentina.
Los investigadores analizaron en profundidad las paredes celulares de plantas control y plantas "estresadas" por altos niveles de sal en el agua de riego. Para eso, emplearon un sistema de detergentes (Van Soest) para estimar los componentes de las paredes, el análisis químico secuencial que permite fraccionar los componentes de esas paredes y el análisis de digestibilidad con producción de gas. También acudieron a modernas tecnologías, como espectroscopía de resonancia magnética nuclear, microscopía óptica y microscopía electrónica.
"Como era esperable, encontramos que las plantas que soportaron el estrés salino crecían menos, pero los datos obtenidos indican que serían más digestibles", destacó Ciancia.
Por otra parte, los tallos de plantas que crecieron bajo el estrés salino presentaban un mayor contenido de polisacáridos de reserva y cambios en los polisacáridos que forman las paredes celulares. Se observó menor contenido de pectinas solubles en agua pero mayor cantidad de las fuertemente ligadas a la pared. En las plantas estresadas se produjeron más cantidad de xiloglucanos (hemicelulosas). Se evidenciaron también, cambios en los patrones de extracción que podrían sugerir un ensamblaje diferente de las paredes celulares frente al estrés.
"Continuando con esta línea de investigación, podrían analizarse distintos cultivares adaptados a bajos salinos, siendo esta una de las pocas leguminosas que se desarrolla en estos ambientes, con el fin de determinar si presentan características más adecuadas para ser utilizados en cruzamientos y obtener así líneas mejoradas como forrajes", concluyó Ciancia.