Este ajuste es el tercero consecutivo y refleja las presiones cambiarias y del mercado internacional.
El aumento responde, en parte, a la depreciación del peso del 2% prevista por el Gobierno en el marco del "crawling peg" y al incremento en la cotización del barril de Brent, referencia clave para los combustibles en Argentina. Sin embargo, el ajuste también dependerá de lo que decida YPF, que controla la mayor parte del mercado local.
Este nuevo incremento impactará en los bolsillos de los consumidores en un mes que históricamente registra alta inflación, mientras el Gobierno busca bajar el costo de vida a niveles del 1%.
Pese a este contexto de ajustes, las ventas de combustibles mostraron un leve repunte mensual en octubre, con un crecimiento del 7,57% respecto a septiembre. No obstante, el escenario interanual sigue siendo negativo, con una caída acumulada del 8,8% en comparación con el mismo mes de 2023, marcando 11 meses consecutivos de retroceso.
El informe de la Secretaría de Energía, basado en los registros de las empresas del sector, destacó que en octubre se despacharon 1.434.689 metros cúbicos de naftas y gasoil, por debajo de los 1.601.452 metros cúbicos registrados en el mismo período del año pasado.
Nafta Premium: Lideró la caída interanual con una baja del 19,55%.Gasoil tradicional: Registró un descenso del 17,08%.Diésel bajo en azufre: Cayó un 3,65%.Nafta Súper: Único producto en alza, con un crecimiento marginal del 0,13%.
La recuperación en las ventas mensuales muestra señales de reactivación, pero aún lejos de los niveles de 2023, lo que sigue marcando desafíos para el sector en un contexto económico incierto.